La confesión de Michael Urtecho en televisión nacional –donde admitió que sí recortó los sueldos a sus trabajadores al pedirles lo que llamó “un apoyo”– no tendría otra intención que evitar que el caso llegue a la vía penal y solo quede como una falta ética, sostuvo el expresidente de la Comisión de Ética, Humberto Lay.
Anoche, Urtecho reconoció –con música cristiana de fondo– que cometió un “error” el 2006, 2007, 2009 y 2010, al despojar a los colaboradores de su despacho de parte de sus salarios, pese a que negó las imputaciones de manera tajante ante el Congreso.
“Lo que busca es aminorar la responsabilidad y dejarlo en el tema ético y no penal. Pero el Ministerio Público, que ya inició investigación, tendrá que hacer su trabajo, verificar que hubo delitos y actuar conforme la justicia manda”, dijo Lay a RPP Noticias.
En ese sentido, reiteró que lo que Urtecho cometió no fue un error, sino un delito y que su confesión a medias no convence ni tiene mayor significado.
“No ha pedido perdón ni a la ciudadanía ni a los trabajadores a los que ha despojado (de sus sueldos) y él dice que pidió un apoyo. El haber despojado del 90% del sueldo de un trabajador no es un apoyo. (…) Un genuino arrepentimiento significa restitución. Que les restituya todo lo que les quitó”, agregó.
El legislador Yhony Lescano, en tanto, fue más contundente. “Urtecho es un delincuente, y como tal, debe estar en la cárcel”, subrayó´.
REFORMA URGENTE
Por su parte, la vicepresidenta Marisol Espinoza indicó que tras la “confesión” del congresista es necesario que se revise el tipo de control que se ejerce desde el Parlamento sobre el gasto de sus legisladores.
“Hay que hacer una reforma en lo que se refiere a quién administra los recursos. Hubo una falta de control. Se necesita revisar sistemas de control para ver que en qué se está fallando”, sostuvo.
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