El expresidente de Emape Gabriel Prado, separado del cargo tras descubrirse la presentación ‘bamba’ de vehículos de Serenazgo –con circulinas alquiladas por S/.40– que montó el 15 de enero, cuando era gerente de Seguridad Ciudadana, admitió que su permanencia en el cargo iba a perjudicar la campaña para evitar que la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, sea revocada este 17 de marzo.
“No seré un factor de perturbación. Esto tiene un costo político y es una decisión que ha sido presionada por un sector”, dijo en Radio Capital, tras señalar que dio un paso al costado como muestra de lealtad a la alcaldesa.
Prado también aprovechó para hacer sus descargos sobre la denuncia de Cuarto Poder, que reveló que el hombre de confianza ordenó el pago de S/.40 mil para alquilar circulinas por seis semanas para 101 vehículos del serenazgo que hasta hoy no salen a las calles a patrullar porque no tienen placa, ni SOAT, ni tarjeta de propiedad.
“No podemos sacar los autos a la calle sin estos documentos. No hay abandono de las unidades, porque en los próximos días ya circularán. Hay un tema administrativo, pero no hay corrupción, acá nadie se ha enriquecido”, alegó.
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