Carlos Castillo (ccastillo@peru21.com)
Felipe Osterling comparte en esta entrevista con Perú21 sus reflexiones sobre la coyuntura política, la falta de liderazgo de nuestras autoridades y la actualidad en el PPC.
Ud. ha presidido el Congreso. ¿Cómo observa la actual imagen de ese poder del Estado con tantos escándalos por faltas éticas?
Son casos realmente insólitos porque en el pasado, por lo menos durante los ocho años que fui congresista, nunca en el Senado, y me parece recordar que tampoco en Diputados, hubo una denuncia. Ahora estamos con los ‘robacable’, con los ‘comepollo’, el caso de la señora Cenaida Uribe o del congresista Gagó. Estos casos son escandalosos, pero no solo es el Congreso. Mire a los gobiernos regionales: Álvarez está preso, el de Pasco también, Viñas buscado, un político de experiencia como el de Arequipa (Juan Manuel Guillen) está procesado, en fin.
Para usted, ¿qué es lo que ha pasado en el Perú en los últimos años?
Supongo que ha faltado disciplina y organización en los partidos políticos. Hay codicia por acceder, sobre todo, al Congreso, para tratar de hacer dinero. Se usa la curul para sacar leyes a favor de algún interés. Por eso, yo soy de los que cree que necesitamos un Senado que pueda ejercer control y que evitaría entrar a este juego sucio. Vea usted: ha habido una Comisión de Ética con 15 miembros, o sea, varios miembros de un solo partido. Si a uno de sus filas lo denunciaban, entonces se sentían protegidos. Afortunadamente, creo que ha vuelto a la normalidad, con 7 miembros, uno por bancada para que no agrupen. La delincuencia ha cundido por todas partes, en todo el Perú.
¿También en la política?
También en la política. La delincuencia no solo es la acción de asaltar gente en la vía pública; también es esa acción solapada que se ha incorporado con fuerza a la vida política. Lo que se ha visto en Áncash es realmente vergonzoso, y eso es difícil de controlar.
¿Y cree que los partidos no aprendieron la lección tras el golpe del 5 de abril de 1992?
Eso es verdad. El golpe de Estado fue imperdonable e injustificable, una violación constitucional absolutamente inédita, no había ninguna necesidad de golpe. Sin embargo, es cierta la premisa de su pregunta. Esa lección no ha sido aprendida por los partidos políticos, tan es así que decidieron incorporarse masivamente al Congreso unicameral que fue creado por Fujimori para aprobar su Constitución. Yo me rehusé a participar.
Recuerdo que usted marcó distancia con el PPC.
Sin duda, marqué distancia, me pedían que postulara siempre hasta que se cansaron de solicitarme que fuera candidato (risas).
¿Qué siente cuando escucha esa palabra muy de moda en el Congreso: blindaje?
Es una de las causas del desprestigio de este Congreso. Yo te ayudo para que tú me ayudas; entonces aquí ocurre lo más insólito. En la Comisión de Ética, Gana Perú tiene muchas personas que blindan y eso no se ha visto nunca. Cuando yo era senador, no había Comisión de Ética, pero había autoridad y diálogo permanente con los congresistas. Recuerdo que me reunía todos los días con los congresistas. Yo presidía un Senado con mucha gente pensante y llegábamos a tomar decisiones que no creaban conflictos en las cámaras, manteníamos una relación de amistad y cordialidad con los demás senadores.
¿Y al Congreso le ha faltado liderazgo en los últimos años?
Sin la menor duda. El liderazgo se ejerce por el presidente de una institución, y en este caso, en los últimos años, muy pocos han tenido la capacidad de liderazgo. Uno de los pocos que me vienen a la memoria es mi gran amigo Ántero Flores Aráoz; otro fue Henry Pease. Pero, por ejemplo, los presidentes que ha tenido este Congreso no han tenido ninguna condición de liderazgo. Me parece inconcebible que se hayan demorado años para elegir a los magistrados del TC y solo por falta de liderazgo y por su interés hacia la repartija.
Usted habrá escuchado eso de que por menos de lo que sucede ahora en el Congreso Fujimori tuvo la excusa para cerrar el Parlamento?
Por mucho menos, no tenía motivos. Fujimori pidió facultades para legislar en materia de lucha antiterrorista y en economía, y teníamos que hacer el control político. Eso le desagradaba, pero era nuestra responsabilidad. Sí es verdad que por mucho menos cerraron el Congreso. Fujimori quería ser emperador (risas).
¿Y cómo ve usted al presidente Humala? Me gustaría tener su evaluación respecto al actual gobierno…
Vea usted, creo que el presidente Humala es un hombre honesto, virtud que no es frecuente en el Perú, creo que tiene esa virtud. Ahora, es una persona que está aprendiendo política, pero no tiene una formación política. Su formación han sido los cuarteles y luego dos asesorías militares, una en Seúl y la otra en París; esa es toda su experiencia. Su esposa tampoco tiene formación política, pero es inteligente y sagaz, y eso determina que ocupe esos espacios y que el esposo la deja. Ahora, ellos gobiernan, y hablo de los dos, gobiernan con relación a las encuestas y eso es malo. En resumen, le digo honestamente, Humala me parece una persona honorable, y eso es importante, pero creo tiene deficiencias formativas para ser presidente de la República.
La opinión pública percibe que le falta liderazgo y que a su esposa le sobra. ¿Comparte ese criterio?
Insisto, lo que pasa es que no ha tenido formación para tener liderazgo. Solo tiene su experiencia militar, en los cuarteles, donde ha recibido órdenes porque llegó hasta comandante. Ser presidente requiere una formación mucho más completa. Ahí hay una deficiencia.
¿Y no cree que hay ministros que han contribuido a que se origine esta percepción de falta liderazgo en el presidente?
Yo tuve la experiencia de ser ministro del presidente Belaunde y conocí a la señora Violeta Correa, una excelente persona, una mujer muy inteligente. Había sido periodista y aconsejaba, posiblemente, mucho a su esposo. Yo la había conocido desde su juventud, su hermano menor había sido mi compañero de estudios. Sin embargo, jamás se metió en asuntos del gobierno, como tampoco lo hizo la señora Pilar Nores. Tal vez conversaba con su esposo, pero eso no era entrometerse. Mire, en la dictadura de Velasco, la señora Consuelo Gonzales Posada nunca se metió en nada. Lo que estamos viendo es algo insólito, esa intromisión de la esposa del presidente.
¿Pero los ministros contribuyen con ese hecho insólito?
Que los ministros digan que reciben órdenes porque es su jefa, eso, señor, es insólito. Soy muy amigo de Pedro Cateriano y le tengo mucho aprecio, pero realmente no sé qué le ha pasado. Sé que se ha hecho muy amigo de la pareja.
¿Esta sensación de cogobierno que se percibe puede ser perjudicial para la segunda mitad del mandato?
Sin duda alguna, esa es una de las razones de los resultados negativos en las encuestas sobre la popularidad del presidente y también sobre la de su esposa. No sé qué podría recomendarle más allá de que siga haciendo su labor de esposa del presidente, que visite colegios, que ayude a su esposo sin entrometerse.
¿Cómo ve en la actualidad al PPC? ¿Cómo ha tomado este enfrentamiento interno?
Las cosas han estado muy ásperas, es verdad, muchas asperezas entre Lourdes (Flores), que ha tomado partido de manera incondicional por este regidor, ¿cuál es su nombre?, Pablo Secada, una persona que se ha excedido en el comportamiento personal, tiene denuncias de maltrato a su esposa y a una policía nacional. Lourdes tomó partido radicalmente, lo cual me pareció muy extraño. Hay posiciones bastante contrapuestas entre Raúl Castro, por un lado, y Lourdes por el otro. Raúl es el presidente del partido y ese es un hecho que con todo el enorme camino que ha tenido Lourdes no puede desconocer. Ahora, las aguas se han tranquilizado porque Rafael Santos, creo que con buen criterio, ha decidido seguir en Pueblo Libre y ya no meterse en esa olla llena de candela que es la Alcaldía de Lima.
¿Qué le pasó al PPC en los últimos 18 o 19 años? Perdieron muchos cuadros importantes, como Alberto Andrade, Ántero Flores Aráoz, recientemente Salvador Heresi.
Lo que ha pasado es que la mayoría de los casos que usted menciona han querido levantar su proyecto propio. ‘Beto’ Andrade como Somos Perú, Ántero con Orden y Heresi buscando dónde acomodarse para ser candidato a la Alcaldía de Lima porque piensa que el PPC no es buen refuerzo.
Le quiero pedir una reflexión. ¿No cree que Lourdes Flores está dejando pasar el tiempo cuando este puede ser su momento?
Ella nos ha dicho, hace buen tiempo, antes de que surgieran todos estos problemas, que a lo que aspira es al cargo de presidenta de la República, pero en el año 2021, que nos olvidemos de la alcaldía para ella, de la campaña de 2016. Eso demuestra que ella tiene un semiprotagonismo, y eso es bueno porque sus aspiraciones políticas recién se verán para el 2021. Lourdes ahí está presente, es una mujer muy inteligente, pero lamentablemente ha tenido algunos errores en su carrera política.
¿También le tocó bailar con la más fea, como se dice, porque dos veces le tocó competir contra Alan García?
Que le ganó por muy pocos votos porque supo aprovechar esos errores de Lourdes. Alan García es un competidor muy serio y muy difícil. Yo lo considero uno de los grandes oradores latinoamericanos.
¿García es un candidato natural por excelencia?
Hoy es un candidato por excelencia. Pero hay otros dos candidatos que, no obstante carecer del verbo de García, han asumido sus propios liderazgos. Me refiero a la señora Fujimori y a Pedro Pablo Kuczynski, a quien debemos mirar muy bien porque ha sabido reinventarse con el voto joven. Creo que solo entre los tres está la disputa. No hay más.
¿Toledo está fuera?
Lo que pasa es que ha manejado pésimamente el tema de Ecoteva. Ha dado 50 respuestas distintas y ahora le ha dejado el bolsón a la suegra.
¿Cree que Keiko es distinta a a Alberto Fujimori?
Por supuesto que es una persona muy diferente.
¿En qué radica la diferencia entre ambos?
Es más democrática. El padre es un autócrata, ella no lo es. Me parece que es una política que juega con las manos abiertas. No es como su padre.
TENGA EN CUENTA
- Felipe Osterling Parodi es el presidente del Comité Consultivo del PPC. Fue el último presidente del Senado.
- El próximo martes presentará su reciente obra, la segunda edición del Tratado de Derecho de las Obligaciones que ha elaborado conjuntamente con el profesor universitario Mario Castillo Freyre. Con sus seis tomos, la obra es el tratado más extenso que, sobre la materia, se ha escrito en nuestro país.
FUJIMORI Y EL GOLPE DE 1992
- ¿Por qué se dio el golpe del 5 de abril de 1992? Yo pedí una entrevista con el presidente en enero de 1992, pero ni siquiera me contestó. En marzo coincidimos en la sala de espera del aeropuerto, teníamos que viajar en el mismo avión, él iba a Japón y yo a Taiwán, nos saludamos, no con mucha efusividad, y nos embarcamos en un vuelo a Los Ángeles. Llegamos y nos sentaron juntos en el salón VIP de Varig. Yo estaba acompañado y el presidente estaba solo. Estuvimos tres horas y Fujimori ni una sola palabra. Su avión salió antes que el mío. Solo le dije “buen viaje”. En Taiwán, leí en un periódico sobre la venta de ropa donada. Ahí dije “algo va a pasar”. Ese fue el verdadero motivo del 5 de abril. Esa fue la gota que derramó el vaso.
- ¿Lo ha perdonado por el 5 de abril? Te confieso que sí. Es un hombre que fue muy mal influenciado por fuerzas te-nebrosas y delincuentes que lo rodearon. Pero este hombre me causa ahora mucho pesar.
- ¿Deberían indultarlo? Deberían mandarlo a su casa por todos los problemas de salud que pasa. No olvide que, nos guste o no, fue presidente de la República. Esa es mi reflexión, no para generar debate.
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