Alvaro Reyes
@alvaroreyesq
El pasado jueves 30 de marzo, el remate de los activos de Doe Run volvió a declararse desierto en tercera y última fecha. Ningún postor se presentó para comprar el complejo metalúrgico de La Oroya (Junín) ni la mina Cobriza (Huancavelica), pese a que el precio de venta base se redujo de US$270 millones a US$196 millones.
El Ministerio de Energía y Minas intentó minimizar la frustrada subasta. Ese mismo día, Guillermo Shinno, presidente de la Junta de Acreedores de Doe Run y representante del Estado, informó que en el Plan de Trabajo se preveía una segunda ronda de remate para el mes de julio. Esto, sin embargo, fue rechazado por los trabajadores de la empresa.
Luis Castillo, representante de ese sector ante la Junta, indicó a Perú21 que este lunes habrá una reunión de los acreedores en donde “recién” definirán cuándo se programará una segunda etapa de venta. De momento, “julio es muy lejano” para los intereses de los trabajadores.
“El lunes nos reuniremos los acreedores para ver si es factible, si se puede cumplir con el cronograma o no, pero los trabajadores no queremos esperar hasta julio; estamos cansados de todo este proceso”, manifestó.
Para el dirigente, la razón por la que ninguna empresa decidió comprar los activos de la compañía radica en los estándares ambientales que serían considerados muy exigentes para cumplir.
Castillo recordó que en julio del 2016, cuando Pedro Pablo Kuczysnki aún no asumía como presidente de la República , este convocó a una marcha hacia el Congreso para que prorrogue, a través de una ley, la fecha de liquidación de Doe Run. Esa medida de presión, que no llegó a concretarse, es la que ahora piensan aplicar contra el gobierno.
“Está definido, marcharemos hacia Palacio de Gobierno a pedir que se solucione esto, porque es una burla que el Ministerio del Ambiente hasta ahora no haya mejorado los ECAs (Estandar de Calidad Ambiental); lo otro es que las empresas no quieren asumir los pasivos por la contaminación de los suelos en La Oroya, se debe actuar ya”, expresó.
Luis Castillo, quien precisó que pedirá ante la Junta que próximo remate se programe para mayo, apuntó que este miércoles se reunirán trabajadores y habitantes de La Oroya para programar el día que se movilizarán hacia la Casa de Pizarro.
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