La madrugada de ayer fue la fecha escogida para el lanzamiento del programa “Conversando con PPK”. Un espacio de “autobombo” que será transmitido cada 15 días. Resulta evidente que (como lo sugiere el nombre del programa) el conductor de este espacio televisivo será el presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski Godard.
Luego de ver la primera edición de este “publicherry” estatal, me permito destacar que su formato es similar al de los infomerciales que se transmiten por las madrugadas; vale decir, cuenta con un libreto acartonado y somnífero que trata de vendernos lo que sea. Aunque para ser justos, los infomerciales son algo más dinámicos y con mejor producción.
¿Cuál es la razón para que el presidente dedique su valioso tiempo a un proyecto de esta naturaleza?
Quizá, para los “asesores de lujo” de este gobierno, resulta una buena idea que el presidente Kuczynski pierda su tiempo y nuestro dinero imitando el frívolo ejemplo de Chávez, Maduro, Correa, Morales o Kirchner (valgan verdades, los programas presidenciales de otros países son menos aburridos que el nuestro).
Sin perjuicio de lo anterior, lo que sí debemos reconocerle al entorno presidencial es que han tenido la precaución de no transmitir en vivo el programa, pues teniendo en consideración los antecedentes del mandatario, nadie podría asegurar que, como consecuencia de su “espontaneidad” o de su incognoscible “humor inglés”, termine declarando algo que complique la gestión gubernamental y obligue a sus ministros y parlamentarios a fungir de traductores oficiosos.
Finalmente, la cuestión es cuánto demorarán en darse cuenta de que no fue una buena idea el producir este programa. ¿Acaso no hay temas más urgentes que atender? ¿Tanto los desespera su ‘rating’ en las encuestas?
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