Después de cuatro años, el Ministerio Público ordenó el archivamiento de la denuncia contra los cuatro fiscales que allanaron el local en el que funcionaba ‘La Centralita’, en Chimbote, desde donde, según indagaciones de los propios magistrados, se realizaban acciones para desprestigiar a los opositores a la entonces gestión del presidente regional de Áncash, César Álvarez, se organizaban campañas publicitarias y se pagaba a periodistas afines a dicha administración.
A través de un documento firmado por el fiscal de la Nación, Pablo Sánchez, se dejó sin efecto la destitución que avalara el entonces jefe de la Oficina de Control Interno, Carlos Ramos Heredia, quien precisamente fue suspendido del cargo del fiscal de la Nación por el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) debido este y otros casos relacionados a la corrupción en Áncash.
El allanamiento a ‘La Centralita’ – ubicada en Los Pinos 600, en Chimbot e- se realizó el 13 de julio de 2011.
Por este hecho fueron destituidos los fiscales César Jiménez Rodríguez y Javier Estrada Rodríguez, Christian Aceijas Silva y Miguel Vilca Zavala. La orden de despido fue rubricada por el entonces fiscal de la Nación, José Peláez Bardales, quien también tiene una investigación abierta en el CNM.
Al respecto, el fiscal Javier Estrada saludó la decisión del Ministerio Público y consideró que se hace justicia al revertirse una medida arbitraria. “El fiscal Pablo Sánchez nos da la oportunidad de reivindicarnos”, señaló en Canal N.
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