Acaba de publicar Anticandidatos, un estudio sobre las elecciones de este 10 de abril. Imposible que haya una interrupción del proceso electoral, sostiene Meléndez, este es un gobierno totalmente aislado, sin logística. La violencia aparecerá del lado del antifujimorismo, el grupo con mayor fuerza en estos inciertos comicios.
¿Cuán sui géneris es el clima electoral? ¿Se parece al del año 2000?
Hay una pérdida de legitimidad, sin duda. Que dos candidatos sumen 20% a semanas de la elección y sean retirados por causas que debieron ser resueltas rápidamente te genera una pérdida de legitimidad. Cuánto, no lo sé. En el Perú, esto no afecta al ciudadano promedio, la desafección política es grande y se pasa por alto. El elector peruano no está a favor de alguien, vota en contra. En Ciencias Políticas se dice que la gente vota con la mente y con el corazón, pero en el Perú, además, se vota con el hígado.
[‘Anticandidatos’: Así fue la presentación del libro editado por Carlos Meléndez]
Y con el no…
Con el anti. Esta es la historia del siglo XX y XXI peruano. La principal división política era el aprismo y el antiaprismo. Ahora es el fujimorismo y antifujimorismo.
¿Qué es para usted perder la legitimidad?
Significa que a las personas que querían votar por un partido les han reducido las opciones.
¿Es responsabilidad del JNE? El Congreso y el presidente demoraron, Todos por el Perú también…
Sin duda, tenemos el peor sistema electoral de nuestra historia política. No se hizo ninguna reforma. El Perú tiene más de 30 instrumentos legales para regir una elección. No hay un código electoral.
¿Percibe que las instituciones como el JNE sufren un embate del gobierno, de un sector de la prensa? ¿Se las quiere politizar?
Evidentemente, pero el sistema electoral debería posicionarse por encima de los embates y ser incuestionable. En México había candidatos protestando en la autoridad electoral cuando López Obrador perdió la elección por menos de 1%. Pero el sistema electoral no se puso en duda. Acá se quiere perforar a la institución electoral, pero esta autoridad no debe vulnerarse por esas disputas.
¿Cómo?
La autoridad electoral no genera confianza, no puedes decir que su decisión los hará héroes o villanos…
Es verdad.
Se quiere deteriorar la institucionalidad, pero, al decir eso, el JNE cae en la trampa de la politización. Y debe evitarla. La autoridad es el árbitro, no puede irrogarse ese protagonismo. Tiene que generar confianza, ha demorado en impartirla.
¿El JNE ha resistido con pie firme todas las arremetidas? Le han dicho de todo.
Sí, pero no ha tenido un comportamiento ejemplar…
Ha exhortado al presidente Humala a que no intervenga en el proceso. El último pronunciamiento nacionalista atacó al JNE…
Ahí ha actuado con firmeza y adecuadamente. El embate es fuerte, pero su primer error fue liderar una reforma electoral cuando no había elementos. ¿Cree alguien que, de un Congreso nacionalista, saldría un marco electoral positivo? Tiene que generar un shock de confianza en las próximas semanas. Son elecciones polémicas…
¿Esto no es creado?
De acuerdo, pero el JNE debe tener la capacidad de prever y poner orden.
¿El clima electoral es violento y polarizado?
Sí, y se va a polarizar más porque la división política en el Perú es fujimorismo-antifujimorismo. No existen entidades o partidos que generen adhesiones positivas. Depende de cómo reaccione el fujimorismo. Si lo hace agresivamente, será un escenario muy radical.
Difícil no reaccionar si le rompen la cabeza a un militante…
Sí, pero el fujimorismo tiene control sobre sus adherentes, es lo más cercano a un partido político. Tiene dirigentes que pueden organizar y generar un orden dentro de la acción colectiva. Los antis, no; son mucho más desordenados. No tienen cabeza visible, o son muchas cabezas; hay órdenes contradictorias y estas generan violencia. Un movimiento anti siempre tiende a ser más violento porque no tiene un norte. Eso pasa con el antiuribismo y otros.
¿Este gobierno busca que el fujimorismo no gane la elección y tampoco Alan García?
Sí, pero, pase lo que pase, el próximo Congreso tendrá mayoría fujimorista. No es lo mismo tener un Congreso fuerte que uno anti, como pasó con Humala. Su bancada hizo agua. Aun si pierde, cerca de la mitad de congresistas serán fujimoristas.
El Departamento de Fiscalización del JNE dijo que Keiko Fujimori no repartió dinero, pero el Jurado Electoral Especial le abrió un proceso por exclusión. ¿Qué pasará?
Se azuzará el antifujimorismo. El pedido de tacha genera inmediatamente dos posiciones: a favor y en contra. Cualquier decisión sacará gente a la calle. Hoy (sábado) hay una marcha, veremos. Es una carrera contra el tiempo. Faltan 22 días para la elección y eso hace que todo lo relativo al JNE se politice. Imagine una segunda vuelta con acusaciones de compra de votos. Probablemente la violencia continuará.
¿Cuál es el perfil del fujimorismo actual?
Ha construido una identidad política a lo largo de varias décadas. El seguidor fujimorista es básicamente femenino, popular, de bajo nivel educativo, pero reivindica los años noventa…
O sea, Alberto Fujimori. ¿Cuánto pesa hoy?
Mucho, más de lo que Keiko quiere presentar. El fujimorismo no existe sin Alberto Fujimori. Ella ha avanzado algo, ha hecho su propia cosecha.
¿Keiko Fujimori no ha cambiado, como dice?
Puede ser, puede sentirse más moderada, ir a Harvard y plantear un discurso políticamente correcto, pero su electorado no ha cambiado. El fujimorista de a pie es autoritario, no cree en la democracia ni en las instituciones, es conservador, pragmático, clientelar, no ha desaparecido porque Keiko da un discurso en Harvard o no.
¿Entonces, no ha cambiado Keiko Fujimori?
Su discurso sí, pero habría que ver qué discurso tiene para sus huestes, en lo interno. Su lista parlamentaria es más amigable, no tiene tantos anticuerpos. Pero puedes cambiar a las élites más fácilmente que a tu electorado.
¿Todos por el Perú, de Julio Guzmán, es un partido cascarón, improvisado, o un caballo de Troya de Palacio de Gobierno?
Es una iniciativa personalista que en el camino encuentra ciertos apoyos que la ayudan a aparecer en las encuestas y a generar una candidatura viable. Tuvo la suerte de construir un equipo de ‘Juliolovers’, pero que son una minoría en comparación con los anti-Keiko. El antifujimorismo no tiene dueño, busca siempre un mal menor y va encontrando candidaturas que pueden ser más inocuas para liderar este anti…
Según líderes nacionalistas, sus listas congresales tenían a gente del MEF y del gobierno; quien iba para vicepresidenta, ligada al nacionalismo…
Sí, trabajó en el gobierno, tiene afinidades, pero no creo que sea una maniobra urdida por el nacionalismo. La pareja presidencial, el gobierno, ha ido perdiendo todo, se ha aislado políticamente. Tiene demasiados problemas para tener esa habilidad. Al final de su gobierno, los partidos terminan muy debilitados. Humala y Heredia tienen poder, claro. Son anti-Keiko, pueden tener simpatía y alguna coordinación con Guzmán, pero lo que los une es el antifujimorismo. No tienen fuerza, no pudieron sostener a Guzmán. Todos por el Perú no cumplió con la reglamentación, por eso salió. Pero eso debió resolverse al inicio de la campaña. Es difícil administrar el éxito, ya hay divisiones entre ellos.
Sin embargo, la salida de César Acuña no propició la arremetida contra el JNE que sí causó la de Guzmán…
Porque este último representa el antifujimorismo y era el rival para Keiko. Si Acuña hubiera estado en el lugar de Guzmán, no tengo duda que los antifujimoristas lo hubieran apoyado y defendido. Los anti están en las calles porque están buscando una cara que los represente y que haga viable un enfrentamiento real con Keiko en la segunda vuelta.
¿El colectivo No a Keiko está vinculado a Humala y Heredia? Una foto del 2011 lo indica.
No hay quien los mueva. Son grupos atomizados, algunos más de izquierda, más radicales, ex nacionalistas, gente desde Antauro Humala a Gregorio Santos. Gente del Frente Amplio y hasta neosenderistas. También estudiantes de universidades limeñas. El antifujimorismo tiene, en promedio, mayor nivel educativo que el fujimorismo.
Se está creando un desmadre, se habla de golpe, fraude e huida de Humala y Heredia al exterior.
Sí, se está generando mayor inestabilidad e incertidumbre. Es un escenario que abona al caos. Las elecciones se realizarán con mucho ruido. El voto ganador será legítimo, pero bastante dañado. Habrá que hacer una reforma política de verdad. Tenemos una crisis de institucionalidad política, no económica. Eso lo fomenta Palacio de Gobierno. No saben qué es la política, no pueden tener siquiera una candidatura presidencial. No reconocen que su torpe comportamiento socava la institucionalidad donde ellos están parados.
¿Imposible el golpe de Estado?
Sí. Requiere demasiada logística y controlar varios frentes a la vez. Ni Montesinos pudo hacerlo el año 2000.
Hizo fraude y ganó Fujimori…
Sí, y ahora ambos están en la cárcel. Además, la pareja presidencial está totalmente aislada políticamente, no tiene a nadie. El precio que pagan es no tener ningún candidato.
¿Un fraude electrónico, hackers, de un número importante de votos? En San Bartolo hubo un problema y casi arde todo…
Esa fue una elección municipal, en esta vienen observadores internacionales precisamente a ver el software electoral. El voto electrónico ya se probó en el proceso anterior y funcionó bien. Asimismo, postergar las elecciones es costoso.
¿Y la fuga de la pareja presidencial? ¿El caso Lava Jato los comprometería? Ahora se dice a Cuba…
(Ríe). Deben estar muy preocupados, sobre todo porque no tienen bancada parlamentaria y se han peleado con muchos partidarios. No tienen capacidad ni para el golpe ni para la fuga. Nunca fueron proactivos para hacer política, sí para dañar a sus rivales políticos: el Apra y el fujimorismo. Fueron los únicos momentos donde tuvieron iniciativa. Ahora están solos, han cultivado más enemistades que amistades. El momento más difícil para ellos comienza el 29 de julio.
O si Daniel Urresti gana el poder postular y pierden la inscripción…
Pero eso resulta difícil. La pareja presidencial se ha ido aislando desde que despidieron a Siomi Lerner. Son una bola de nieve que ha ido creciendo y ha perdido todo. Humala tuvo el 30% de los votos en la primera vuelta, esos peruanos confiaban en él.
¿Descarta cualquier interrupción del proceso electoral?
No hay recursos ni logística. Existe la voluntad de alterarlo, Humala se caracteriza por haber tenido comportamientos extraconstitucionales, pero no tiene la capacidad de mover nada, por más que quiera.
El fallo del JNE sobre Keiko y Kenji Fujimori provocará una explosión.
Pero cuando el JNE decida, lo que sea, se tiene que respetar la ley y a la institución. Es muy difícil patear el tablero. No hay partido que penetre al JNE, el Ejército es débil, algunas élites puede manejarlas Humala, pero, para hacer una maniobra fraudulenta, se requiere logística y el poder de veto de otro. Y más poder tienen la economía y la Iglesia Católica.
¿Alan García está anulado, recibe un anti feroz? No se mueve del 6.5% en meses…
Sí pues. Humala y Heredia han estigmatizado a Alan García, es lo que mejor han hecho. Fue un arma de doble filo, pero socavaron su supervivencia política. Creo que el Apra será un actor clave en los próximos cinco años. Será la tercera o cuarta fuerza política en el Congreso. Si ahora hace lo que hace con cuatro congresistas, tendrá más de diez congresistas…
La alianza con el PPC se mantendrá…
De cualquier forma, imagine cinco, con cinco tendrán una bancada más fuerte que la actual. Y Alan García tiene mucho poder, más allá del cargo donde esté. Puede estar debilitado electoralmente, pero tiene recursos políticos. Será un actor clave, tenemos Alan García y Apra para rato todavía.
¿Hay voto oculto para el Apra?
Sí creo que hay voto escondido para García, pero no tan grande: de 2 a 3%.
¿Las encuestas son creíbles para usted?
La mayoría sí, he trabajado con algunas y son serias en sus resultados. Ahora, el electorado peruano es muy volátil. García no se mueve del 6.5%, pero es positivo. Independientemente del número, Keiko y García mantienen un porcentaje. El resto ostenta una enorme volatilidad. Son los únicos partidos que generan identidades políticas. Mantener un bolsón electoral es una chamba muy difícil.
¿La elección de la muestra puede hacer variar los resultados?
El mayor problema de las encuestadoras es la calidad de la muestra. Tiene que ser representativa y eso cuesta dinero. Si en tu distribución al azar te sale hacer diez encuestas en Maynas, y por dinero la reemplazas por una provincia sociodemográficamente similar, no es lo mismo, porque políticamente no son iguales. Esa es una hipótesis de lo que podría estar pasando con el Apra.
¿Verónika Mendoza, Alfredo Barnechea y PPK se están pisando los talones?
Porque están buscando captar el voto antifujimorista. Es más difícil para PPK, porque apoyó a Keiko en la elección pasada; eso le está pasando la factura. Quien podría captar esos votos es Mendoza, pero está atrapada entre Gregorio Santos y Barnechea. El sistema político aguanta a un candidato radical, pero no dos. Ambos son ‘antiestablishment’ político y económico. Barnechea es más lo primero. Es un ‘lobbista’, sabe cómo funciona el modelo y no anuncia un cambio constitucional. Su discurso no es tan antisistema. Mendoza es pro-Chávez, antiminera y respalda la conflictividad social.
¿Alejandro Toledo está sepultado?
Se ha devaluado políticamente. No descarto que pueda pasar la valla; tampoco Solidaridad Nacional, porque son partidos que sobreviven de maquinarias locales. En Lima Rennán Espinoza y Silvia Barrera tienen capacidad de movilización. Poderes ilegales podrían aprovechar de estos empresarios políticos locales…
Se refiere al narcotráfico…
También al sicariato, crimen organizado y otros. Esos poderes locales no solo se filtran a nivel de las élites, sino de la política local.
¿Por qué Toledo dice, cogiendo una comba, “con esto voy a matar a la china”, “maltrató a su mamá”?, ¿para capitalizar el antifujimorismo?
Él es el antifujimorista perfecto, pero se devaluó mucho como figura presidencial por Ecoteva y su actuación.
PERFIL DEL ELECTOR JUVENIL
¿Los jóvenes en qué están?
La generación del 90 era aséptica. Por eso se le llamó generación X. Ahora son activistas, sobre todo en redes sociales. No abarcan a todos los anti, a diferencia de Chile, por ejemplo, donde están hartos de todo. Acá tienen algún tipo de interés. Les interesa la educación superior. Guzmán subió por su rechazo a la ley Cotillo y el apoyo a la Ley Universitaria, inclusive Acuña tuvo ese apoyo. El elector juvenil es una sorpresa que se ha activado en esta campaña y no la estamos entendiendo en su real dimensión.
¿Qué quieren?
El joven educado se ha movilizado en estas elecciones. Y el que se ha activado en esta elección es el joven de ingresos económicos C. Estuvo con Guzmán, está con Fujimori y puede irse con PPK. Representa un 8%, un porcentaje bastante importante. Si fuera candidato, me dedicaría a ese sector en este último tramo.
¿Keiko va a la segunda vuelta?
Sí.
¿Y cualquiera que sea su contendor, le puede ganar?
En el 2011 Keiko bajó su antivoto del 44% al 38% en la primera vuelta. Para que gane tiene que bajarlo al 35%. En enero último tuvo el antivoto más bajo de su historia, 34%. Ahora ha comenzado a subir, pero es menor que en el 2011, está en 36%. Sabe bajarlo y aún puede hacerlo. Si este antivoto sube en la segunda vuelta, esta será muy complicada para ella. El antifujimorismo se ha activado.
¿Quién tiene más antivoto: García o Keiko?
El antiaprismo es más grande en mi opinión.
¿Por quién votará?
Ja, ja, ja. Voy a votar, alegremente, viciado.
DATOS
- Hizo sus estudios superiores en la Pontificia Universidad Católica del Perú (Sociología) y, luego, en la Universidad de Notre Dame (Ciencia Política), en Estados Unidos.
- Es autor de La soledad de la política y del Manual de Ciencia Política.
Por Mariella Balbi – Periodista
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