Avelino Guillén, ex fiscal supremo, opina sobre el fallo de la Corte IDH sobre el caso Chavín de Huántar y la situación de los comandos.
Luego de tres días de conocerse el fallo de la Corte de San José sobre el caso Chavín de Huántar, ¿cuál es su balance?
Es positivo en el sentido que se determinó, de manera contundente, que los comandos no han tenido ninguna participación en la muerte de Eduardo Cruz Sánchez, ‘Tito’.
Pero sigue la polémica sobre si los comandos pueden o no ser investigados. ¿Existe algún riesgo, por mínimo que sea, o el caso está totalmente cerrado?
Es un tema cerrado y, en la hipótesis de que sea necesario, solo pueden ser llamados los jefes operativos que tienen los detalles técnicos del rescate, pero ya no los comandos, ni siquiera como testigos.
El procurador Luis Huerta dijo que no se podía garantizar nada porque era una decisión fiscal.
Quiero ser bien claro, la operación militar la realizaron los comandos y el perímetro externo de la embajada (de Japón) estuvo a cargo del SIN. Lo que ocurre después del rescate –cuando los dos policías detectan, capturan y entregan a Cruz– es un ámbito de competencia del SIN.
¿Los comandos están protegidos por el fallo del fuero militar?
Ellos están protegidos y, en mi concepto, no pueden ser procesados porque, repito, hubo dos líneas de acción: la de los comandos que buscó rescatar a los rehenes y la otra a cargo del Servicio de Inteligencia.
El presidente Humala cuestionó el dinero que se debe entregar a las ONG.
La derrota es tan evidente que se impone el pago de costas y gastos (a las ONG demandantes). Las críticas son una cortina de humo para ocultar el error de persistir en una teoría (que no hubo ejecución extrajudicial).
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