Melissa Loza,Modelo
Gonzalo Pajares
gpajares@peru21.com
Melissa Loza es una de las razones tangibles del éxito de Esto es guerra (de L a V, 6:30 p.m.), el programa de América TV que está en boca de muchos. La buscamos para descubrir las razones de su atractivo. Aquí, lo que hallamos.
¿Qué tan bella te sientes?
(Ríe). La verdad, no soy muy vanidosa, pero sí me gusta cuidar mucho mi cuerpo porque siento que es nuestro templo. Cuerpo, mente y alma tienen que estar en armonía. Hay que darle deporte, buena alimentación y vida sana.
¿Alimentas tu inteligencia?
Mucho. Leo metafísica, libros de superación; cosas de Paulo Coelho, Isabel Allende…
¿Fuiste la gordita del salón?
Para nada, en mi casa somos la familia tallarín (risas). Siempre he sido delgada, atlética; siempre representé al colegio en las olimpiadas escolares; estudié tres años artes marciales, hice atletismo; practiqué danza e hice teatro. La verdad, a veces me hacían un poco de bullying (ríe) porque era la más alta, la más delgada y, además, tenía más amigos que amigas. ¿Sentían celos? Quizás, por los cambios de la pubertad y de la adolescencia, uno se pone tontito. Y, bueno, yo paraba más con mis amiguitos.
¿Cuántos años tenías cuando diste tu primer beso?
Fue jugando a las escondidas (ríe). Tenía 11 años y fue solo un piquito inocente. Luego, a los 13 años, ya fue mi enamorado de verdad… y se lo conté a mi mamá (ríe).
Tienes un hermano y una hermana. ¿Ella es guapa?
Guapísima. Quise convencerla de hacer TV, pero es un poco nerviosa. Yo tuve una época de miedosa, no me lanzaba a hacer cosas distintas, pero una va creciendo, madurando y afianzando su personalidad.
¿Qué te hizo madurar?
El convertirme en mamá a los 16 años. Desde entonces miro la vida de otra manera, y sé que tengo que sobrevivir para mantener y cuidar a una niña que es el amor de mi vida y que ha sacado lo mejor de mí.
¿Qué dice tu hija de tu trabajo?
Está orgullosa, pero es muy celosa. Respeta lo que hago y me admira: “Qué linda eres, mamá, eres un angelito”, y me acaricia.
¿Te gusta la televisión?
Sí. Amo mi trabajo. En Esto es guerra hay un buen equipo. Tenemos discrepancias, pero las resolvemos y seguimos luchando.
Viven una lucha encarnizada por el rating…
Bueno, así es toda la televisión. Además, ser competitivo no es malo, porque podemos sacar lo mejor de uno. Yo hago todo porque me gusta, no porque lo necesite, y si haciendo lo que me gusta viene el éxito, bienvenido sea.
¿Todo lo que vemos en Esto es guerra es verdad?
Nada es armado, pero si la producción ve algo lo alimenta. Por ejemplo, se dio cuenta de que Angie y Nicola se gustaban; entonces, fomentó su romance, pero todo fluye, nada es impuesto.
¿Te gusta la prensa?
Respeto su trabajo, pero a veces una quiere disfrutar un momento familiar, íntimo, y no se puede. Pero también tengo cosas que agradecerle porque, gracias a ella, una llega al público. Y yo agradezco lo bueno y lo malo, pues hasta de lo malo saco lo positivo. Felizmente, los negativos, los que siempre critican, son los menos.
¿Decirle “hermanita” a Gisela no significa abrir la puerta de tu vida privada?
Yo soy muy graciosa, y quería que ese encuentro tan esperado por todo el Perú fuera agradable, divertido, mediático, que la gente la pasara bien. La situación se prestaba para ello porque una persona (Roberto Martínez) pasó por la vida de ambas. Además, tuve una química linda con Gisela.
¿Te gusta mostrar tu vida?
Me gusta trabajar, me gusta lo que hago, pero mi vida privada está sellada, no está en la televisión.
¿Cómo tomaste el ‘reto’ de entrevistar a Vanessa Terkes?
Me sorprendió. Es más, ni siquiera sabía que Roberto sería uno de los invitados. Pero yo soy una mujer de retos, muy profesional y, como buena guerrera, estoy en todas las batallas. Por otro lado, gané mucha experiencia pues, por unos minutos, me convertí en periodista. ¡Qué difícil tu chamba! (ríe).
A Roberto le preguntaste: “¿Cuántas hermanitas tengo?”.
Fue por fastidiarlo, así tenía que ser; si no, imagínate, la entrevista no hubiera sido graciosa. Pero él me dijo “¿Y cuántos hermanitos tengo?”. “Pocos, muy pocos”, le respondí (risas). Él es muy vivo.
¿Qué tiene Roberto? Ha estado con varias chicas guapas…
Carisma. Es muy hábil, muy conquistador; sabe cómo atraer y conquistar a una mujer.
¿Estás enamorada?
Hoy por hoy, no. La vida me ha hecho un poquito más fría, pero no le cierro las puertas al amor; todo es amor, hay que cumplir la ley de la atracción.
AUTOFICHA
- Le tengo mucha confianza a mi mamá, le cuento todo. Es muy joven. Somos tres hermanos. Adoro al menor, no es celoso, pero, ojo, ahora ya está grande (ríe).
- Cuando yo tenía 16 años nació mi hija, el amor de mi vida. Mi comunicación con ella es muy fluida. Ya tiene 11 años y es muy bella.
- Me gustaría estudiar. No he tenido tiempo por lo demandante de la TV, pero lo voy a hacer. Sin embargo, he logrado muchas cosas sin tener estudios superiores.
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