Guillermo Giacosa,Opina.21
ggiacosa@peru21.com
Debemos reconocer, sin embargo, que los gringos vienen haciendo enormes esfuerzos para que disminuya el número de sus compatriotas que disfrutan de ingresos elevados. Las diferencias socioeconómicas son cada vez más marcadas, y todo ello obedece a una lógica del sistema que difícilmente quieran o puedan modificar. Nos faltó agregar que el escándalo por espionaje telefónico crece con un agregado de aquellos que producen vergüenza ajena: el 56% de los gringos (si es que las cifras de los estudios son auténticas) está de acuerdo con dicho espionaje aunque el mismo vulnere la privacidad a la que tienen derecho. La campaña, acentuada por Bush hijo y el conjunto de bandoleros que le acompañaba, logró convencer a un porcentaje altísimo de la población de que el cuco existe. Ese cuco que tan útil resultó para inmiscuirse en Corea, Vietnam, Panamá, Nicaragua, Irak, Afganistán, etc., es ahora un peligroso habitante de por lo menos 60 estados, por lo que la gran nación americana debe permanecer armada hasta los dientes y espiando hasta a sus propios ciudadanos. Resulta curioso que los mismos que en Perú han puesto el grito en el cielo por la adquisición de equipos de ‘chuponeo’ por parte del gobierno local no expresen la misma indignación hacia las gravísimas travesuras de la administración Obama junto con las telefónicas A T & T, Verizon y Sprint. Supongo que los dineros de la USAID hacen milagros para adecuar la visión de la gente a los ideales de la superpotencia. Producen un idealismo dual que no permite que una mano sepa lo que hace la otra.
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