10.DIC Martes, 2024
Lima
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"De Tumbes a Tacna, en cada barrio hay 15 bandas de rock"

Hizo tres discos con François Vallaeys, donde musicalizó los cuentos del francés. Luego hizo un disco con el poeta José Watanabe, quien creó versos especialmente para sus melodías. Y ahora, Rafo Ráez acaba de publicar Huacas, burbujas y rock’n’roll, un discazo.

Foto: Nancy Dueñas.
Foto: Nancy Dueñas.

Rafo Ráez,Músico
Autor: Gonzalo Pajares.
gpajares@peru21.com

Rafo Ráez es un músico dúctil que cerró el 2013 editando el disco Huacas, burbujas y rock’n’roll, producto de la gira escénica del mismo nombre que realizó por 12 huacas de Lima junto con Dirck Pajares, un experto malabarista capaz de alegrarnos el alma con sus burbujas gigantes y carisma. Ráez se presenta hoy en el Gabinete Rock Bar (Bolognesi 743, Barranco) y mañana sábado en el Tequendama de Los Olivos. A oírlo.

¿Cuánto conocías del pasado de Lima antes de meterte en el proyecto ‘Huacas, burbujas y rock’n’roll’?
A todos los que hemos crecido en Lima y disfrutamos estos maravillosos atardeceres de verano, con colores increíbles, con la certeza de que el mar es un Dios, nos hace falta conocer su historia. La Lima precolombina está totalmente negada y eso se debe a que las culturas de esta zona fueron conquistadas, primero, por los incas, y después llegaron los españoles.

Pensamos en una Lima virreinal pero no en una Lima precolombina…
Exacto. Además, el gran idioma moche, el gran idioma costeño, se perdió, y eso nos ha hecho perder un montón de conocimientos históricos. Aunque, ¿tú sabías que el quechua es costeño y no serrano ni cusqueño? Bueno, a partir de ‘Huacas…’ descubrimos que Pachacámac era un espacio sagrado, un espacio de encuentro al que llegaban, de muchos lugares, peregrinos con sus diferentes ideas, idiomas, costumbres, productos. En ese espacio se compartía conocimiento y se ejercía la tolerancia cultural, el respeto por el otro. Y en la Lima de hoy, todos, de alguna manera, nos sentimos peregrinos. Por eso, cuando visitamos las 12 huacas de la gira, sentimos que estas nos decían: “Bienvenidos”.

¿Cómo nació ‘Huacas, burbujas y rock’n’roll’?
Fue un feliz accidente. Yo estaba haciendo un show que mezclaba bossa nova con psicodelia y se me ocurrió introducir en él el espectáculo de burbujas gigantes de Dirck Pajares. Dirck ya usaba mi música en sus presentaciones, entonces la comunicación fue muy fácil. Y justo queríamos armar una historia musical que hablase del Perú precolombino, entonces, decidimos juntar estos elementos. Si te das cuenta, la huaca es 100% sequedad, y la burbuja, 100% humedad, es decir, son opuestos complementarios, han nacido para casarse.

Eres un músico ecléctico: trabajaste un espectáculo de cuentos con François Vallaeys, hiciste un disco con el poeta José Watanabe…
Para un chico de colegio nacional, como yo –estudié en el 1209–, cada oportunidad de trabajo es una bendición. Y, curiosamente, siempre me ha gustado trabajar en equipo y, juntos, construir un sueño común. Y en ‘Huacas…’ hacemos un espectáculo ritual: la primera parte es muy seria, pues estábamos en una huaca, un recinto sagrado, pero, después, en la segunda parte, ya venía toda la diversión, pues la gente ya había comprendido la importancia del espacio. Además, soy bastante lúdico.

Y el ‘matrimonio’ entre las huacas y las burbujas se celebró con una gira: se presentaron en 12 huacas limeñas…
Las huacas tienen una jerarquía. La más importante es Pachacámac, las demás son sus ‘embajadas’. Pachacámac es un lugar maravilloso –a pocos metros del mar, con quien tiene un romance, crece hoja de coca– y, después de Machu Picchu, el lugar arqueológico más visitado, ¿lo sabías? Entonces, decidimos recorrer todas las embajadas y presentar el disco, como homenaje, en el recinto mayor: Pachacámac.

¿Cómo compones?
Lo hago todo el tiempo. No hay momento en el que no componga. Chica canela surgió mientras lavaba los platos; la partitura de Tronador es el cabello de una chica que se movía a ese ritmo; Cuánto de mí es solo tu voz encarnada en mí la hice comiendo un pan con mantequilla rumbo al colegio (ríe); Edén es una escena erótica; Si pudiéramos vivir se la hice a un amigo al que le gustaban Leo Dan y los Ramones; Artificial de noche la creé porque me regalaron unos zapatos tan bonitos que sentí cólera (ríe).

A propósito, como compositor, ¿te sientes bien representado por la Apdayc?
Si queremos empezar a buscar soluciones serias, deberíamos empezar por crear la Fonoteca Nacional, el lugar donde uno pueda encontrar, por ejemplo, el primer disco de Chacalón, de Chabuca, de Celso Garrido Le-cca, de El Polen, etcétera. Y yo me ofrezco a ser el primer ‘fonotecario nacional’. Indecopi, Apdayc están extraviadas, hay que recordarles que la democracia es voz y voto, y acá se habla del derecho a voz, el derecho primordial de los pueblos.

¿Sientes que el público peruano es rockero?
De Lima a Iquitos, de Tumbes a Tacna, de Cajamarca a Cusco, en cada barrio encuentras 10-15 bandas. Quizás el rock sea la música más ejecutada en el Perú. Además, con respecto a las bandas locales, el público hoy es masivo. Y sobre si somos rockeros, eso no es importante. Lo importante es que los jóvenes están haciendo música y que muchos prefieren tocar antes que irse a jugar un partidito de fútbol.

AUTOFICHA

- Tengo ya 12 discos y dos hijos. Y este 31 de enero me presentaré en Huarochirí, en la Casa de los Titiriteros. El festival, que será familiar, se llamará ‘Dos mil catarsis’.

- El rock del siglo XXI quizás ya no sea el de bandas sobre un escenario y el público alejado, quizás los nuevos shows sean de integración.

- No hay momento en el que no componga. Chica canela surgió mientras lavaba los platos; la partitura de Tronador es el cabello de una chica que se movía a ese ritmo.


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