Nicolás Fuchs,Piloto de autos
Autor: Gonzalo Pajares
gpajares@peru21.com
Tenemos otro campeón mundial. Nicolás Fuchs ha logrado el máximo título en el Mundial de Rally, en la categoría Vehículos de Producción (los que se venden en las tiendas comerciales), pero espera seguir creciendo y competir –y vencer– a monstruos como Sebastian Loeb. Por lo logrado hasta hoy, es posible que este sueño se convierta en realidad.
Ya eres campeón mundial ¿Y ahora qué viene?
Seguir adelante, buscar más títulos, ver si saltamos de categoría –queremos ir a la R5–, seguir subiendo: hemos terminado una carrera, ya viene la otra.
Tú tenías un plan de trabajo, metas por cumplir. El que seas ya campeón mundial, ¿acelera tus objetivos?
Me ayuda en el tema de buscar los sponsors, sobre todo porque recién estamos en agosto y me deja, de acá a fin de año, un colchón de tiempo importante. Saltar de categoría implica otro presupuesto, otra logística.
Le ganaste a pilotos que tienen más presupuesto que tú.
Si subimos de categoría pasaremos por el mismo proceso: tendremos un par de años de conocimiento –otro auto, otro equipo– y tendremos que ajustar el presupuesto y ver dónde ahorrar. ¿Me costará menos obtener dinero de los auspiciadores? Tengo a Petroperú, a Powerade… espero que ahora me den más plata (ríe). Siempre he tocado puertas, y seguiré haciéndolo, no perderé la humildad.
Logros como el tuyo nos dicen que el talento importa, que no todo es dinero…
Con pasión se pueden obtener títulos y lograr que el dinero pase a un segundo plano. Yo busco gente apasionada por los fierros, como mi equipo actual, que me dio un superauto a un superprecio, no solo pensaron en los números sino en el título, y lo logramos.
¿Corres con el carro que en verdad quieres?
Las dos primeras carreras las corrí con mi Mitsubishi EVO 9, pero luego me dieron un EVO 10, y tan bien nos llevamos con mi equipo que me empezaron a preguntar qué asientos usar, qué suspensión era mejor, etcétera, y lo que les pedí me lo dieron.
¿Seguirás con Mitsubishi?
Estamos negociando (risas). Lo más importante es ver cuántos cambios realiza la FIA a su reglamento, las categorías nuevas que creará, ver cómo vienen las cosas en 2014.
Tu título viene con un récord: ganaste cinco carreras seguidas…
De las siete carreras que corrí, gané seis y tuve un segundo lugar, casi he logrado el 100% de los puntos. Si hubiera ganado Suecia habría sido inalcanzable incluso antes.
Te molesta no haber ganado todas las carreras, ¿no?
(Ríe). Había que sumar puntos, empezamos la carrera con problemas eléctricos que nos hicieron irnos para atrás, pero me gustó nuestra capacidad de remar y avanzar y avanzar hasta ser segundos. Fue un desafío.
Igual te hubiera gustado ganar todo…
(Ríe). ¿A quién no le gustaría ganar todo? Hemos hecho una campaña espectacular, tuvimos mucha cabeza, nos propusimos hacer puntos siempre, no necesariamente ganar, y lo conseguimos. Por ejemplo, en Grecia, en el primer prime, pinchamos una llanta, y nos fuimos al último lugar, pero no nos desesperamos, sabíamos que quedaban dos días de carrera, con muchas piedras, y que otros iban a pasar por el mismo problema; al final, ganamos.
¿Sientes que has aprendido a controlar tus arrebatos?
He aprendido a controlarme, con golpes, pero aprendí (risas). Antes traía el auto todo chancado, ahora llega entero y con buenos tiempos. La experiencia ayuda.
Para correr, tan importante como ser rápido es tener una buena estrategia…
Jari-Matti Latvala (corredor finlandés) y Nasser Saleh Al Attiyah (príncipe qatarí que ha ganado el Dakar) me dijeron: “El título no lo va a ganar el más rápido sino el que más cabeza tenga”. Yo diría: “Para ganar no hay que volar, hay que pensar”.
¿Moverás tu lugar de residencia, irte a un país donde te resulte más fácil llegar a las carreras?
No hay problema: me subo a un avión y en una noche llego a donde sea (risas). Me gusta estar en el Perú: por una cuestión emocional y porque aquí está mi taller… aunque en otro lugar también lo tendría (ríe).
¿Cuándo piensas llegar a la categoría máxima del Mundial de Rally, acaso en 2015?
No lo sé. Primero quiero asentarme en el R5 y, sobre todo, participar en las carreras que no conozco: de las 13 pruebas yo he corrido en siete; no conozco Francia, Australia, Nueva Zelanda, Montecarlo. Lo ideal sería, por lo menos, hacer la hoja de ruta, no necesariamente correr en ellas, pero hay que pagar y mi presupuesto está ajustado.
¿Llevas al Perú contigo?
El título mundial no es solo mío, es de mi equipo, todos empujamos el auto, y, sobre todo, es del Perú. Cuando empecé a correr nadie sabía de dónde era, ahora, en cambio, me encanta que en las carreras no digan mi nombre sino: “El joven piloto peruano”.
AUTOFICHA
- No correré Caminos del Inca porque estaba concentrado en el Mundial de Rally y todo mi presupuesto lo metí allí. Además, yo siempre salgo a ganar, no a medir.
- Ser campeón del mundo es una sensación rara. Uno es el mismo durante tantos años y, de pronto, ¿qué pasó? Pero yo ya pienso en el 2014.
- Mis padres están felices por el título. Lloraron de emoción, yo también, pero poco (ríe). Me dijeron: “Si vas a hacer algo hazlo bien”. Creo que no los he desilusionado.
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