Un estudio reciente hecho por científicos de las universidades de Georgia, Washington State y Binghamton halló nuevos efectos del consumo elevado de grasa.
Según Krzysztof Czaja, investigador principal, “el cerebro cambia por consumir una dieta desequilibrada. Esto causa inflamación en las regiones cerebrales responsables de la conducta alimentaria. Esos circuitos reorganizados y la inflamación alterarían la señal de saciedad”.
El estudio usó ratas como modelo e indica que comer mucha grasa incitaría la necesidad de comer más, lo cual lleva al sobrepeso y la obesidad. Incluso, pueden proliferar bacterias que dañan las células nerviosas que llevan señales de los intestinos al cerebro, causando así mensajes alterados como la sensación de saciedad o llenura. Mantengamos el equilibrio con una alimentación baja en grasa.
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