Estamos habituados a acompañar las comidas con arroz blanco o a consumir frituras varias veces a la semana. Sin embargo, hay cambios que potencian la alimentación y mejoran la salud. Podemos comer camote, pescado al horno, ensalada fresca, fruta, agua y maní en lugar de arroz, chicharrón, papas fritas, postre, gaseosa y bocaditos salados envasados, respectivamente.
Para lograr esto, hay que fijarnos en los ingredientes, prestar atención a la preparación, tener ganas de probar cosas nuevas, comprar alimentos diferentes y elegir lugares que ofrecen comida más saludable (cada vez hay más).
En síntesis, debemos consumir alimentos más naturales, bajos en grasa, con menos carbohidratos refinados y muy bajos en azúcar. Notaremos en poco tiempo que nuestro organismo responde a los cambios positivos que nos hemos regalado.
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