Carla García,Conductora de TV
Autor: Gonzalo Pajares
gpajares@peru21.com
Se siente inteligente, pero también bella. Se dice de izquierda, pero no caviar. Es la hija de Alan García y le gusta la libertad. Por eso, en esta entrevista, a Carla García la dejamos ser como es.
¿Quisieras ser más guapa?
No. Soy el resumen de toda una vida, mi hechura. De chibola me sentía mucho menos guapa, pero una va creciendo, curtiéndose y agarrando su propia forma. Con los años, estoy más linda.
¿Te has preocupado más en ‘alimentar’ tu mente?
Cuando todo el mundo te hace fama de inteligente, identificas ‘inteligente’ con ‘fea’. ¿Y por qué no me dicen que tengo lindos ojos? A los 37 años, estoy donde quiero estar, y puedo competir física e intelectualmente con una chica de 20. La gente sobrestima la inteligencia. En la vida, no sé a dónde te lleva la inteligencia. En mis años en el Villa María me di cuenta de que era ‘street way’, es decir, tenía mucho más cintura, más cancha. No era amiguera. En Chile sí me encontré porque allá no era la hija de Alan García. Es más, recién allá conocí la política y me proclamé de izquierda.
¿Alguna vez quisiste no ser la hija de Alan García?
No. Alguna vez desee que él no hubiese sido presidente, pero ser su hija es uno de los viajes más alucinantes que hay en la vida. Ahora vivo cada día más con él. Nos hemos enamorado de adultos. Paramos juntos, me voy a su casa, le pido que me saque. Lo he elegido como pata y no lo cambiaría por nada. Hoy somos broders, confidentes. Le cuento cosas que la gente no debería contarle a sus padres (ríe).
Él es abierto y tú estás loca…
Tú sabes que no estoy loca (risas). Yo soy una mujer libre y nunca me han importado los demás. Nunca me he detenido a explicarle a la gente que yo no me eduqué con la plata de los peruanos. Mi depa lo estoy pagando: me faltan diez años. Mi carro es de segunda y no quiero que lo veas (ríe). La gente me dice que me compre otro, y no lo hago ¡porque no tengo plata!
¿Aún eres de izquierda?
Sí, pero no soy una radical ni nunca lo voy a ser. Tampoco soy aprista.
¿Conga va o no va?
(Piensa). Me gustaría que hubiera diálogo, pero si los cajamarquinos no quieren que vaya, no debe ir… pero sería una pena. Yo no soy ‘Conga va’ a la mala. Lo que sí no soy es caviar. Hoy soy totalmente ‘Humala’, estoy alineada con él porque su papá no lo quiere (risas).
¿Por qué le dijiste “sí” a la TV?
Que te ofrezcan un programa como La casa de los secretos es como si te dijesen “a partir de ahora vas a caminar parada de manos, de cabeza”. Es una locura pero por qué no hacerla, qué tengo que perder. Además, el programa es una demostración de que lo popular no es malo.
¿Te gusta la TV peruana?
Me gusta mucho la cultura popular. No sé de dónde se le ha ocurrido a la gente que vengo del mundo de la cultura. En mi carro escucho Onda Cero; para mí, Doble 9 es una radio snob. El mundo de la cultura ha denostado a lo popular, y no hay nada más cultural que lo popular. Escribí una columna que se llamó ‘Gente que no’, donde explicaba cómo muchos artistas tratan de mantener un discurso absolutamente ilegible porque esa es su forma de mantener su supremacía intelectual, para parecer inteligentes y alucinar que todos los demás somos unos brutos.
¿No es peligroso ser amiga de Beto Ortiz?
No. Al inicio tenía miedo de enviarle hasta un correo electrónico, me preocupaba por lo que le decía de mi vida… pero un día dejé de preocuparme. He conocido a la persona real y por él pondría las manos al fuego; sin duda, Beto Ortiz es uno de los hombres de mi vida.
¿Hay química con Jason Jay?
Mucha. Coquetear es lo mío, no puedo evitarlo. Pero ya le dije que la pare con eso de inteligentísima, pues yo no soy María Rostworowski, la historiadora. Jason es inteligentísimo, no tiene un pelo de tonto y es más inteligente que guapo… pero no salgo con él.
Has dicho que no puedes estar sola…
Me gusta estar enamorada. Hasta que pueda seguiré amando. Por eso, no cambiaría los amores que he tenido y que tengo por una casa e hijos, pero puedo ser aún mamá.
¿Eres más leal con tus amigos que con tu pareja?
Mi primera lealtad soy yo. Me quiero mucho porque nadie me protege como yo. Me quiero mucho porque no claudiqué, porque supe defenderme, porque no me volví depresiva ni me escondí. Me quiero mucho porque supe dar la cara en los momentos difíciles y supe decirle a la gente que lo que hacía era mierda.
¿Hasta que edad quieres vivir?
No quisiera ser una vieja. No me alucino ni siquiera a los 60. Hay que saber cuándo retirarse. ¿Me retiraría por mano propia? No quiero que esta sea una nota suicida, pero me gustaría, no sé cómo, morir joven. No quiero que, en mi vida, la emoción acabe nunca.
AUTOFICHA
- En Chile, donde estudié, pensaban que era hija de Andy García y no de Alan García (risas). Trabajo desde los 18 años. Pago la hipoteca de mi depa y mi carro es de segunda.
- La vida me ha ido demostrando que, en el amor, no soy tan constante, me aburre, me pongo chinche. El amor no dura más de cuatro años.
- Hoy soy totalmente ‘Humala’; estoy alineada con él porque su papá no lo quiere (risas). Hay que apoyar al presidente porque si le va bien a él nos irá bien a todos.
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