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"Siento que soy un milagro de la naturaleza"

“En el Perú, si no eres polémico, no apareces en la TV”, nos dice Jimmy Santi, quien este 16 de febrero, en el María Angola, celebrará 50 años de música.

Foto: Rochi León.
Foto: Rochi León.

Jimmy Santi,Cantante
Autor: Gonzalo Pajares.
gpajares@peru21.com

Jimmy Santi, el cantante nuevaolero famoso por sus cirugías y por Chin Chin, una canción que le trajo éxito pero también lo encasilló, nos recibe en su casa y nos dice: “Soy Santiago Farfán Olguín, un personaje que no es como aparece en pantalla”. En esta charla intentamos encontrar al ser humano.

¿Cuánto te quieres?
Lo suficiente para prolongar una juventud prestada. ¿Y cómo la prolongo? Comiendo sano. El artista tiene la obligación de dar una imagen respetable. Necesito verme bien para quererme, y más siendo artista, lo que he sido toda mi vida.

¿Te sientes bello?
He sido bello, ahora no. Hoy soy un señor al que algunas mujeres llaman “guapo”, pero ya no me lo creo. Y no he querido ser como Dorian Gray, soy Dorian Gray (ríe).

Se critican tus cirugías…
Y no son tantas como dicen. De lo contrario, no estaría hablando contigo. Toca mi cuello, mi pierna; siente mi piel, no es flácida, es firme. A mis años soy un privilegiado, un milagro de la naturaleza.

¿Qué tan exhibicionista eres?
No lo soy, tengo una vida monacal. Y esa persona desbordante que ven es un personaje, no soy yo.

¿Cómo eres?
Un buen cantante, una buena persona; una persona que, si te quiere, te entrega su corazón. Además, soy muy tranquilo, muy de mi casa, de pocos amigos. Soy una persona sencilla a la que le gustan su casa y su barrio… A veces me siento un poco huevón por esto (ríe).

¿Por qué no conocemos a ese Jimmy?
Porque no me han dado la oportunidad de presentarlo. Por eso, te invito a mi show y te autorizo a que me destroces si lo que ves en el escenario no es algo digno y bien elaborado, porque… ¿vas a ir, no?

Por supuesto, no me voy a perder a José José.
(Risas). ¿Te das cuenta? Te hablo de mí y me sales con José José. Allí sale toda la mala onda de un peruano que no ama lo suyo. En el Perú no me dieron la oportunidad que merecía. Pocos saben acá que fui el primer peruano en actuar en toda la Unión Soviética, que canté en el Palais Concert de París.

Hay mucha polémica a tu alrededor. Quizás eso impidió que se conocieran tus logros…
En el Perú, si no eres polémico, no apareces en la TV. Aquí hay mucha gente con clase y talento que ha sido ignorada. Cuando regresé al Perú, después de haber estado 25 años fuera, de haber conocido 27 países y de haber adquirido conocimientos fabulosos, pensé que me iban a dar un programa de TV o algo parecido, pero me di cuenta de que aquí no valía lo que uno sabía, sino el escándalo que hacía.

Resultaste excéntrico…
Disculpa, en otros países no era excéntrico. Llegué a destiempo, fui un adelantado: fui el primer metrosexual de Lima. Algunos confundieron la palabra metrosexual con homosexual. Un día, Lola Vilar me invitó a su programa para hablar de mis trajes pero, al final, la pregunta fue si tenía o no cirugías. “Sí, tengo una, cuál es el problema”, respondí, y allí comenzó el mito de que tengo 50 cirugías (ríe).

Tienes el carácter fuerte…
Muy fuerte. Si conmigo pasas el límite del respeto, contesto con agresión. Hay gente a la que hay que darle: si no me dejan hablar, si me insultan, ¿qué hago: dejar que me insulten o ponerme pacífico? Voy y le doy un puñetazo; además, pego rico (ríe). Felizmente, ya nadie me insulta por las calles: me he hecho respetar por mi lado agresivo, me lo he ganado a patadas.

¿Por qué hay tantas historias negras alrededor de tu vida?
La gente las inventa. Yo me he portado bien, estoy libre de pecado…

Desconfío de la gente que se llama a sí misma “buena”…
Yo reafirmo que soy bueno: no he estafado, no he matado, no he hecho nada que me avergüence. Hice mi vida a mi manera, sin hacer daño a los demás. ¿Vicios? Ninguno, soy bien aburrido. ¿Drogas? No. ¿Alcohol? No. ¿Mujeres? No, y hombres tampoco, porque ya sé por dónde vas, no soy huevón (risas).

A veces reaccionas con violencia cuando se te pregunta sobre tu sexualidad…
Es la manera como lo preguntan. Acá lo hacen con pendejada, no como pregunta, sino como afirmación. Por eso yo les respondo: “Qué chucha te importa, por qué te quieres meter en mi vida”. Si soy o no soy, ¿cuál es el problema? Acá al gay se lo desprecia, se lo discrimina. Por eso, me indigna que me pregunten si soy gay, pues lo hacen para ver qué trato te dan, para minimizarte… y, conmigo, eso no va.

Siempre andas a la defensiva…
¿Y qué quieres que haga?, ¿que camine con el culo al aire para que me den un patadón? (risas). No, señor. Acá uno debe imponerse para que la gente no se sobrepase.

¿Ves a tu hijo?
Sí, vive en EE.UU. y nos visitamos. Yo me veo más joven que él. Me dice ‘Dad’ y está orgulloso de mí.

AUTOFICHA

- Me gustan mi casa y mi barrio. Durante un día normal me pongo mi polo y mi short, riego mis plantas, compro mi pan… bueno, a veces, porque no como mucho.

- De joven hice fotos para Play Girl… me gustan. Algunos me preguntan si hoy me desnudaría, les digo que no, ese tiempo ya pasó.

- Te invito a mi show y te autorizo a que me destroces si lo que ves en el escenario no es digno y bien elaborado. He tenido cierto resentimiento con la gente, pero ya no.


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