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Opinión

Se acaba el año y es buen momento para revisar lo avanzado y lo pendiente.

Carolina Trivelli,Sumas y restas
Economista

Se acaba el año y es buen momento para revisar lo avanzado y lo pendiente. En materia de programas sociales ha sido un año marcado por Qali Warma que, si bien tuvo problemas, también logró lo que nunca antes. Llegó con alimentos variados a 2.6 millones de niños y niñas, y fue a donde nunca antes había llegado un programa alimentario, a las escuelas más alejadas y pobres. Se ha publicado ya el manual de compras para el 2014 que incluye medidas para resolver los problemas presentados con proveedores y prevenir casos de intoxicaciones. Hay que revisarlo y esperar –y vigilar– el nuevo proceso de compra. Nunca un programa alimentario recibió tanta atención de los padres, la prensa y la sociedad. A pesar de los malos titulares, el primer año de Qali Warma ha sido positivo.

Dos temas merecen destacarse sobre la política social del 2013. La publicación de la Estrategia Nacional de Desarrollo e Inclusión Social (ENDIS) y la implementación del programa Haku Wiñay. La ENDIS es el plan para la política social y su ruta de implementación. Permite ordenar lo que se hace para lograr que el conjunto de intervenciones sumen al bienestar de las familias más pobres, ya sea de manera directa o a través de su articulación con los servicios sociales universales, como identidad, salud y educación, donde también se han dado reformas este año. Hay aun que reforzar la complementariedad entre intervenciones focalizadas y universales, y por ello se requiere publicar la estructura y funciones del Sistema Nacional de Desarrollo e Inclusión Social (SINADIS), que es un mandato de la Ley de creación del MIDIS, y que sigue siendo discutido. El SINADIS crea el espacio para agilizar la coordinación entre sectores y entre niveles de gobierno. Con su establecimiento se completará el nuevo aparato público para la Inclusión Social.

Haku Wiñay, el programa de desarrollo productivo de Foncodes, es la prueba del compromiso de complementar los programas sociales más protectores, como Juntos, con programas que trabajan con las familias más pobres para lograr que se inserten en una senda de desarrollo y superación de su condición de pobreza. Haku Wiñay será desde 2014 presupuesto por resultados, es un programa basado en evidencia, recoge las mejores prácticas, del sector público y privado y va como aliado del programa Juntos.

Hay otros avances y pendientes a los que nos dedicaremos en las primeras columnas del 2014.


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