TOKIO (Reuters).– Tepco, la operadora de la accidentada planta nuclear japonesa de Fukushima, empezaría a retirar esta semana 400 toneladas de combustible gastado altamente radiactivo, en una operación sin precedentes y muy riesgosa.
Retirar más de 1,500 frágiles embalajes de combustible potencialmente dañados del inestable reactor número 4 de la planta podría tardar un año.
Además, si las varillas de combustible nuclear entran en contacto con el aire o se rompen, podrían liberar enormes cantidades de gases radiactivos en la atmósfera.
La operación pondrá a prueba la capacidad de Tokyo Electric Power de seguir adelante con el total desmantelamiento de la instalación, una tarea que probablemente demore décadas y cueste decenas de miles de millones de dólares.
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