Alfonso Grados, Opina.21
agrados@intercorp.com.pe
Sorpresivamente, el reciente ranking FIFA ubica a nuestra bicolor en el puesto 19, por encima de selecciones ‘primermundistas’. Por la compleja mezcla de resultados obtenidos, fortaleza de los rivales e importancia del partido que se incorporan a esta calificación, es claro que estamos allí de ‘chiripa’ y no por una mejora sostenible.
Si el ranking midiera nuestras estructuras futbolísticas (solidez de equipos, torneos y escenarios atractivos, trabajo en menores, capacidad dirigencial, preparación de técnicos y árbitros), estaríamos a leguas de esa ilusoria posición.
Aun peleando la ansiada clasificación al Mundial, nuestros cimientos futbolísticos se caen de obsoletos. Requerimos una visión renovada de qué hacer con nuestro fútbol, identificando prioridades y asignando recursos eficientemente, bajo un liderazgo fuerte y transformador.
Esa responsabilidad recae tanto en la FPF como en los clubes, los cuales deben hacer equipos y torneos competitivos, algo que hoy no ocurre. El chato nivel del Descentralizado, la penosa situación de la Segunda y la poca transparencia de la Copa Perú marcan nuestra realidad.
Que nadie mire al costado y caiga en el facilismo de culpar exclusivamente a Burga y su directorio por estos problemas. Que les cae su ‘chiquita’, sin duda, pero lo mismo debe ocurrir con varios otros estamentos de nuestro alicaído balompié.
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