Fernando Cillóniz,Al.Mercado
fcilloniz@peru21.com
En el ámbito agrario, el problema no es por defecto, sino por exceso. Miles de hectáreas de la costa se han perdido por ensalitramiento, debido –precisamente– al excesivo uso de agua en las zonas altas de los valles. El 70% del agua que discurre por los ríos de la costa se pierde en el mar. Las principales irrigaciones de la costa construidas por el Estado –excepto Chavimochic– han devenido en alfalfares y arrozales, dos cultivos de altísimo requerimiento de agua. La Autoridad Nacional del Agua en sus tres años de existencia ha tenido seis jefes. En nuestro país, el agua para la agricultura –prácticamente– se regala. En vez de “primero el agua”, yo diría “primero paguemos por el agua”. Así habría menos trecho entre el dicho y el hecho.
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