Una exguía de turistas –que dejó maravillados a cientos de extranjeros con la historia de la ciudad inca– fue hallada muerta ayer en su residencia, en La Molina. Hace dos años, Carolina Acuña Acuña (47) quedó postrada en una silla de ruedas y, según la Policía, habría sido asesinada por su hijo, quien sufriría de un leve retardo mental.
Esto se presume debido a que el sospechoso le envió un mensaje a su hermana para confesarle su delito.
EXTRAÑO MENSAJE
Eran las 6:00 de la tarde del último viernes cuando Grethel Bergstrom Acuña (30) recibió un aterrador mensaje de texto en su celular. Provenía de su hermano Harold Saúl Flores Acuña (19), quien textualmente le decía: “Perdóname por el hecho cometido”.
De inmediato lo llamó para saber qué había pasado, pero jamás recibió una respuesta, según contó a los policías.
Se dirigió al departamento de su madre, ubicado en el condominio Vista Alegre, block Los Ficus, en la avenida José Antonio 193, urbanización Parque Monterrico. Al ingresar, encontró a su progenitora sin vida, acostada sobre su cama y cubierta con una frazada, declaró a los agentes.
A simple vista, el cadáver no presentaba signos de violencia, por lo que los detectives de la División de Homicidios presumen que la mujer habría sido asfixiada o envenenada. Los agentes están a la espera del resultado de la necropsia.
Se supo que, hace dos años, la víctima sufrió un accidente de tránsito. Según Grethel Bergstrom, su hermano y su madre llevaban una buena relación.
La Policía ha iniciado la búsqueda de Harold Flores, cuyo paradero se ha convertido en un misterio. Sus vecinos señalaron que no lo ven desde la tarde del viernes.
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