El cantante Justin Bieber no tuvo mejor idea que pintar un graffiti en una calle de Bogotá como recuerdo, pero lo que no se esperó es que su osadía terminara desatando una gran polémica en la tierra del café.
Bieber y sus amigos ocuparon con sus pintas unos 40 metros de muro del túnel de la Calle 26, en las inmediaciones del Concejo de Bogotá, ante la mirada de sus fans y las cámaras de un canal de TV.
Pero no son los dibujos del intérprete-una hoja de marihuana, una rana haciendo gestos obscenos y la bandera de Canadá- lo que generó las críticas de los colombianos, sino el hecho de que Bieber, de 19 años, pudiera realizar las pintas con protección policial.
“Mientras que a los grafiteros acá en Colombia se les agrede, se les lleva a calabozos a lavar baños, a un artista internacional se le escolta para que el sí pueda realizar su arte”, se quejó amargamente el padre de Diego Becerra, un grafitero que murió a manos de policías.
MÁS DETALLES
JEFE DE LA POLICÍA LO DEFIENDE
El director de la Policía colombiana, general Rodolfo Palomino, defendió el trato que recibió Bieber porque “el graffiti es la expresión de un sentimiento, de una motivación”.
BIEBER Y SU LABOR HUMANITARIA
Hace unos días, Justin estuvo en Guatemala ayudando a construir una escuela para una comunidad de extrema pobreza. “Fue uno de los días más mágicos de mi vida”, dijo.
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