Ricardo Monzón Kcomt
@rmk_04
Congresistas como Pedro Olaechea vienen coordinando con gremios empresariales la ayuda humanitaria para las zonas del Perú más devastadas por el fenómeno de El Niño costero. “Tratamos de ser los ojos y la voz de la gente”, nos dice. Confía en que el Gobierno encontrará la solución a la emergencia en cada sector.
¿Cómo está apoyando el gremio empresarial en la emergencia?
Por ejemplo, la SNI (Sociedad Nacional de Industrias), a través del Comité de Alimentos y Bebidas, y con el apoyo de Soluciones Empresariales Contra la Pobreza, logró consolidar más de 500 toneladas de ayuda a través de Indeci (Instituto Nacional de Defensa Civil). Química Suiza ha hecho el listado de envío de medicinas requeridas por el Gobierno Regional de Piura. Toda esta logística se centraliza a través de los gremios privados que están actuando con mucha generosidad y a la altura de las circunstancias.
¿Cuál será la participación de las empresas en la etapa de reconstrucción?
Primero, van a pagar los S/147 mil millones del presupuesto de la nación. Aquí lo que se va a requerir es capacidad administrativa. Hoy la inversión pública está retrasada, o sea, que este no es un problema de fondos, sino de capacidad de organización. Lo que debe haber es orden, paridad en las ideas y recursos. ¿Cómo se hará para resanar las casas? ¿Se regalará la plata, habrá créditos hipotecarios referenciales?
¿Eso aún no está definido?
No, porque todavía no está definida la magnitud del daño que habrá. De lo que sí podemos hablar es de cómo nos vamos a organizar. En mi opinión, en cada lugar debe haber responsables, debe participar el conjunto de la sociedad organizada, parte ejecutiva, y ver un programa de obras. No podemos mirar el futuro, tenemos que ocuparnos hoy. Hay que comenzar con el sistema de desagüe, la luz eléctrica, telefonía, y luego la protección a largo plazo, en lo cual los alcaldes van a tener que seguir la obra del alcalde anterior.
¿Cuánto tiempo cree que durará la reconstrucción?
Creo que seis años. Por eso digo que será un año de los alcaldes actuales, cuatro años del periodo de los siguientes y un año del subsiguiente. En ese tiempo tendremos las ciudades reconstruidas y protegidas. Que se preparen los dos alcaldes que vengan.
Los S/100 mil que ha destinado el gobierno a las regiones y alcaldías para que atiendan la emergencia no han sido usados aún. ¿Por qué se da esto?
Esa pregunta es importante. Estos fondos son para el petróleo, maquinistas, para pagar a la gente que tiene que actuar. Ese dinero se requiere en este momento de emergencia. No es para que lo ahorren o para una obra. Hay tanto que se puede hacer con poco dinero…
Tampoco ejecutaron el presupuesto de prevención de desastres.
Eso ya lo veremos después. De lo que tenemos que darnos cuenta es de que el Perú está organizado de una forma tal que parecería no ser la mejor para estos casos. Primero, el dinero para la emergencia corre por el alcalde y el gobierno regional es finalmente el que ejecuta, pero cuando se dan los desastres, todo el mundo voltea a mirar al Ejecutivo. La labor que nos va a tocar en el Congreso es rehacer cuál es el marco de una emergencia y cómo se reorganizan los poderes.
¿Y revisar la autonomía presupuestal de las regiones debe ser una opción?
Lo uno no quita lo otro. Vamos a ver cómo hemos estado funcionando con la autonomía regional. Pero un desastre como el de hoy es para movilizar un ejército, y cuando un ejército entra en una situación de emergencia, tiene un líder, órdenes, estamentos, y todos funcionan como una orquesta. Pero aquí cada uno actúa como le da la gana.
¿Se debe crear un protocolo para enfrentar desastres?
Lógico. Ese protocolo es una ley que debe ver el Congreso. En España, cuando hay una emergencia de esta magnitud, toma el mando un general como si fuera una situación de conflicto.
¿Ya quedó descartada la figura de un ‘zar’?
El zar se da en Rusia, en otra época y fue decapitado. Déjelo ahí. Aquí tenemos que buscar experiencias en las cuales los peruanos han logrado salir adelante y con éxito. Utilicemos los ejemplos en Ica, Arequipa, Cusco. Los zares no sirven, las poblaciones organizadas sí. Acá hay dos cosas que deben entenderse: la emergencia sí tiene que ser manejada con una sola cabeza porque los recursos son limitados. La reconstrucción es otro asunto. Ahí es donde se quiere poner un zar, pero la cosa no va por ahí.
Pero quien quiso poner un zar en algún momento fue el propio presidente.
No, eso no va a ir.
Igual queda la sensación de que el presidente planteó una cosa y luego se retractó.
Es que primero hubo una situación, pero esta ha ido evolucionando. En un primer momento se estimaba que la situación podía coordinarla una persona. La situación actual ha desbordado esa coyuntura y nos estamos amoldando a lo que viene. Tenemos que resistir las últimas dos semanas más complicadas de la temporada de acuerdo a lo que está previsto. E igualmente, dependiendo de lo que suceda, habrá más cambios, porque la realidad es bastante fuerte.
Autoficha
- “Soy congresista de Peruanos por el Kambio (PpK). He sido presidente de gremio y estoy satisfecho y orgulloso de la manera en que se está portando el empresariado en esta emergencia. Como congresista, estoy por todos lados, buscando eventos aún no reportados al COEN”.
- “Hubo un problema de valores: engañó el alcalde vendiendo tierras que no podía, los traficantes apropiándose de terrenos que no debían, autoridades dando luz y agua en sitios que no debían, el poblador engañándose… Una cadena de engaños”.
- “Aquí hubo una cadena de farsas. Por eso dice un proverbio africano: la mentira corre 50 años, pero en una tarde la alcanza la verdad. La verdad nos ha alcanzado, eso es lo que ha pasado. Ahora tenemos que hacer bien las cosas, como lo han hecho en Ecuador”.
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