Alfonso Grados,Opina.21
agrados@infonegocio.net.pe
Nos cuesta mucho formar jugadores para la alta competencia con presencia física, técnica y táctica depurada, así como conducta profesional. El retroceso de las recientes ‘promesas’ confirma que la situación empeora. Esto a pesar de que los pocos chicos que demuestran condiciones técnicas innatas (habilidad con el balón) pueden emigrar temprano a Europa. Sin embargo, la mayoría regresa pronto y con un juego en el mejor de los casos estancado. Veamos al ‘Churrito’ Hinostroza, quien destacó en la selección sub 20 y tuvo un corto periplo europeo. Hoy es suplente en San Martín y atrae más atención por sus amoríos que por su juego. Frente a los comentarios que una de sus ‘amiguitas’ hizo sobre él, su DT dice “déjenlo tranquilo, es un buen muchacho”. Si la acusación fuese cierta, de buen muchacho no tendría nada. Y lo ayudamos poco apañando su grave conducta. Por ello discrepo con Ángel Cappa cuando dice que “el medio ha devorado jugadores maravillosos como ‘Kukín’ o ‘Machito’”. Al margen que de maravillosos tuvieron poco, recordemos que sus inconductas fueron tan serias que no solo aparecieron en páginas deportivas o de espectáculos. No culpemos al ‘entorno’: la responsabilidad recae en jugadores sin formación en valores ni espíritu de sacrificio y superación, que echan al tacho cualquier posibilidad de trascender.
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