Ricardo Monzón Kcomt
@rmk_04
La problemática de la violencia contra las mujeres en el Perú sigue estando sobre el tapete. La directora general de Promsex, Susana Chávez, comenta en esta entrevista qué se viene haciendo mal desde el Gobierno para cambiar el panorama. Apunta al Ministerio de Educación.
¿Existe una estadística de cuántas mujeres son agredidas sexualmente al año?
Lo que existe es el número de reportes o denuncias que hacen las mujeres víctimas de violación. Pero se estima que ese reporte no refleja la dimensión de la violencia. La mayoría de casos no son denunciados. En ese sentido, 1 de cada 5 mujeres son víctimas de violación sexual antes de cumplir los 15 años.
¿Cuántas mujeres denuncian ante el Poder Judicial?
Se estima que al año denuncian alrededor de 26 mil a 30 mil. Un 25% de la población general de mujeres violentadas. Nosotros hemos hecho un estudio local, como un censo, que arroja que la tasa de denuncia es el 0.02%.
En caso de que todas las mujeres agredidas denunciaran…
No habría capacidad de atender tanta demanda… La violación, por lo general, se descubre cuando hay de por medio embarazo, pero hay violaciones que se vienen dando de manera sistemática. La violación sexual, especialmente en niñas y adolescentes, es perpetrada por integrantes del entorno familiar. Por lo menos el 60% de violaciones en menores de 15 años es perpetrado por su tutor.
Ayer una niña de 11 años fue violada. ¿Cómo evitarlo?
Ese es el drama. Creo que nosotros todavía no hemos medido el impacto en toda su dimensión. Sabemos que la violación sexual podría significar, casi en un 56% de los casos, embarazo. O sea, no significa que todos los embarazos en adolescentes sean producto de una violación, pero la violencia sexual induce a iniciar más rápidamente la vida sexual, a engancharse rápidamente en relaciones forzadas.
¿En dónde radica el problema de la violencia sexual?
Hay varios aspectos. La nuestra es una sociedad donde se considera que las mujeres están hechas para satisfacer sexualmente a los hombres. Y donde, además, hay un rol subordinado. Esa es la explicación más macro.
¿Es únicamente la sociedad?
Es la sociedad pero también son las instituciones que refuerzan este pensar.
¿Qué instituciones?
Las que han dejado detrás todo el tema de la educación sexual, como el mismo Ministerio de Educación. A veces actúan basados en prejuicios de carácter religioso, conservador.
¿El Ministerio de Educación no educa sexualmente bien a través de los colegios?
Hay un programa, pero no le han dado ninguna fuerza. Es una deuda pendiente del Ministerio de Educación. Por eso es que la primera causa de abandono escolar es el embarazo.
¿La educación sexual no es una política del ministerio?
Es una política pero que no se cumple o que, por lo menos, no da resultados. Pero también se tomaron decisiones políticas cerradas en el país. En el marco de la ley de violencia contra la mujer se aprobó una norma que criminalizaba las relaciones sexuales de los adolescentes, pensando que así se iba a evitar las violaciones. Declararon las relaciones sexuales de personas menores a 18 años como actos de violación sexual. Lo único que se logró fue que no haya ninguna acción preventiva ni información.
Luego de la marcha #NiUnaMenos han seguido sucediendo innumerables casos de violencia contra la mujer. ¿Cuál fue su real impacto?
La marcha fue un hecho histórico y nada debería hacernos pensar que el resultado fue adverso. Lo que ocurre es que hay personas que apoyaron la marcha, pero sin comprender realmente el sentido de la misma. Han estado ahí porque sencillamente no podían estar fuera. Por ejemplo, todo el debate que viene ocurriendo sobre el Anticonceptivo Oral de Emergencia (AOE)…
¿A quiénes se refiere?
A los propios políticos. Hace poco coincidí en un programa de televisión con el señor (Héctor) Becerril, y de pronto dio toda una explicación de cómo funciona el AOE absolutamente cerrada, errada, y él decía que la marcha fue algo positivo.
También hubo una participación de la Iglesia en la marcha y respecto al AOE. ¿Cómo califica su actitud?
Yo no sé si la Iglesia ha estado en la marcha, yo no he visto a sus líderes allí ni pronunciándose a favor de ella. Además, ellos tienen su propia marcha en contra de las mujeres, que es su marcha Por la Vida, entre comillas.
¿Y sobre el AOE?
Hay que ubicar su postura dentro del rechazo total que tienen hacia los métodos anticonceptivos. Su posición es coherente, ellos están en contra de los métodos anticonceptivos modernos. Con las justas aceptan los métodos de abstinencia. Por lo tanto, su conducta sobre el AOE y sobre cualquier método anticonceptivo va a ser beligerante, opuesta, tenazmente resistente.
¿Cómo cree que acabe la discusión sobre la AOE?
El debate es posterior a la obligación que el Ministerio de Salud debe tomar. Nosotros con la Iglesia no vamos a debatir porque nunca vamos a llegar a ningún acuerdo.
Autoficha
- “Soy magíster en Salud Pública de la U. Cayetano Heredia, graduada en la U. San Marcos y especialista en Salud Sexual y Reproductiva, certificada por The Institute for Health Policy and Social Science de la Universidad de California. Soy directora general de la ONG Promsex”.
- “Si los adolescentes pudiesen ir a los servicios de salud con tranquilidad, seguro se podría detectar si están siendo víctimas de acoso sexual o de violencia sexual. Si en las escuelas se implementara la educación sexual, también se podría detectar”.
- “Mientras se siga entendiendo que los anticonceptivos son pecado, que el aborto no se tiene que admitir bajo ninguna condición, que primero está la vida del concebido y la de la mujer no cuenta, nunca vamos a ponernos de acuerdo con la Iglesia, pero no es necesario hacerlo”.
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