Más de 436 mil cubanos laboran en sector privado

LA HABANA (EFE).– Por lo menos 436,342 cubanos trabajan en el sector privado, la mayoría como fuerza contratada y en negocios de venta de alimentos, según cifras oficiales de julio pasado divulgadas por el diario Juventud Rebelde.

Los datos del Ministerio del Trabajo y la Seguridad Social precisan que el 18% de los trabajadores del sector son fuerza contratada, principalmente en las actividades de venta de alimentos y transporte de pasajeros.

Esas dos áreas se mantienen como las actividades de mayor expansión en el sector particular en Cuba, donde la gastronomía concentra un 13% de las licencias otorgadas, y el transporte, un 10%.

Les siguen los arrendadores de viviendas y los vendedores ambulantes de productos agrícolas (conocidos en la isla como “carretilleros”), con un 6 y un 5% de representatividad, respectivamente.

POR CUENTA PROPIA
De acuerdo con las estadísticas, el 68% de los cubanos empleados en el sector “por cuenta propia” no tiene otro vínculo laboral, en tanto un 18% mantiene sus trabajos en el área estatal y otro 14% son jubilados.

Las últimas cifras del sector privado en Cuba habían sido divulgadas en julio pasado durante una sesión de la Asamblea Nacional, y entonces se estimaba que casi 430 mil personas estaban vinculadas a esa modalidad de empleo.

La ampliación del trabajo “por cuenta propia” o “cuentapropismo”, como se denomina en Cuba, es una de las principales reformas impulsadas por el presidente Raúl Castro desde 2010 para “actualizar” el socialismo cubano y superar la crisis económica de la isla.

LAS REFORMAS
Desde que el Gobierno de Cuba aprobó una batería de 300 reformas en 2011 –conocidas bajo el nombre de lineamientos–, la vida de sua ciudadanos ha comenzado a cambiar rápidamente.

Dentro de estas reformas, la más importante corresponde a la del denominado “trabajo por cuenta propia”.

SABÍA QUE

- Para reducir las planillas estatales, el Gobierno fomentó las actividades empresariales en el sector privado.

- El régimen autorizó la venta a particulares de computadoras y otros artículos eléctricos que solo podían comprar empresas.