La corrupción en nuestro país reventó como desagüe viejo. Algunos la conocían porque han participado de ella, otros vemos atónitos que este huaico tiene para largo. Lamentablemente, la ciudadanía percibe la debilidad del gobierno. Sus acciones frente a los desastres naturales carecen de reflejos. Chiclayo y su cementerio se inundaron. No hay motobomba que venga en auxilio y drene las aguas. El dengue aparece en Lima y provincias. El presupuesto tardíamente destinado es de 50 millones de soles, no parece suficiente. La prevención falló y –cereza de la amarga torta– en Chosica se robaron los pluviómetros.
Para defender al Estado del robo y el desfalco se nombra Katherine Ampuero Meza como una procuradora ad hoc, quien trabajó en la Municipalidad de Lima durante la gestión anterior. El nombramiento de Amado Enco fue cuestionado por ese motivo y ahora Ampuero, encargada del caso Lava Jato, adolece de la misma desconfianza. La administración de Susana Villarán firmó los ominosos contratos con Odebrecht para Rutas de Lima. ¿Por qué tendríamos que confiar en Ampuero Meza? Detenerse solo en el caso Toledo, altamente chocante, no favorece la anticorrupción.
Así como la Procuraduría ha pedido allanamientos y detenciones para el tema Toledo, por qué no va avanzando con el asunto Rutas de Lima, Gasoducto Sur y se interesa por sancionar a los responsables. La Fiscalía se pelea con el Congreso, el Poder Judicial la defiende y esta recibe el embate y la crítica de la Procuraduría. Y el ciudadano no confía ni en la paz de los sepulcros.
Eliane Karp amenaza al presidente diciéndole: “¡Tú que tantos negocios y ‘lobbies’ has hecho, no me hagas hablar, porque yo sé lo que hiciste la última vez!!!”. El Perú entero especula. Se refiere al triunfo electoral, piensan unos. Conoce los enjuagues de la Interoceánica porque PPK fue premier y ministro de Economía de Toledo, sostienen otros. Y nadie desea que la figura presidencial sea menoscabada, es malo para nuestro país.
Pero el caso Toledo arrastra a varios ministros de este gobierno, el premier entre ellos, que fue ministro de Economía también. Toledo se ha encargado de informar que eran decisiones que visaban sus ministros, jalándolos como el huaico más potente. Para que el Perú viva más adrenalina, se firma una controvertida adenda al contrato del aeropuerto de Chinchero.
La empresa contratada tiene como funcionaria a la hermana del premier. Quienes la conocemos no dudamos de su honestidad ni de la de su hermano. Pero la mujer del César debe serlo y parecerlo. Una de las empresas que supervisará Chinchero fue asesorada por Martín Belaunde Lossio. Primeros en la cola están Ollanta Humala y Heredia Alarcón, veremos. La Fiscalía debe informarnos de los avances de su trabajo, su hermetismo genera desconfianza. No necesitamos más de ello.
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