22.NOV Viernes, 2024
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Opinión

Se equivoca el titular de Defensa al responsabilizar del supuesto reglaje a su persona a los rezagos del ‘fujimontesinismo’ en los ministerios. Le falta memoria. Durante el gobierno de Ollanta Humala fuimos reglados, atropellados por los servicios de inteligencia grosera e ilegalmente. El Ejecutivo quiere cerrar los ojos a las tropelías realizadas por Humala y señora en el Poder Judicial, ministerios y Ejército (el informe de la llamada comisión Bernales quedó en nada).

Audios reveladores sobre las trapacerías de Humala, sospechosamente perdidos en la Fiscalía, aparecen luego de varios años. Reconfirman lo que sabíamos: Humala violó los DD.HH. en Madre Mía. Y de qué manera. En la época, los organismos de DD.HH. se alinearon con el humalismo para que no ganara el detestado y odiado fujimorismo. Se cumplió aquello de que “no hay peor ciego…”. Quienes hemos defendido los DD.HH. sabemos cabalmente que quien denuncia desapariciones, al igual que la mujer que denuncia una violación, no miente.

Todos conocían que el Informe de la Comisión de la Verdad comprometía al ‘capitán Carlos’ (Humala) por violación de DD.HH. Pero en 2000 el Congreso lo amnistió por la ridícula gesta de Locumba. Ascendió a comandante sin corresponderle y Valentín Paniagua lo nombró agregado militar en Francia. Luego conoceríamos oscuros manejos de cuentas bancarias entre París, Zúrich y Lima.

Los audios silenciados confirman la hamponesca compra de testigos y a la vez el manejo turbio del Poder Judicial. Salas judiciales dirigidas a favorecerlo, audios sepultados, jueces ciegos ante el asesinato. Pero los muertos hablan y ahora corroboramos cómo manipuló autoridades. Humala-Heredia quisieron mangonear en el Tribunal Constitucional, frecuentado por ella, para conseguir la reelección conyugal. El proyecto político era quedarse 10 o 15 años y por eso pervirtieron las instituciones nacionales, hoy aún contaminadas. Igual que Fujimori-Montesinos, la misma hechura y con la complacencia del antifujimorismo.

El caudal de pruebas contra Humala es suficiente para reabrir este delincuencial caso. Si el Poder Judicial no está a la altura y no actúa frente a esta deshonestidad recurrente de los Humala-Heredia, sabremos que continúa siendo cómplice. Nos quieren enredar con la Corte Interamericana y apelan a miles de dificultades para revisar esta ominosa situación que nos devuelve al ‘montesinismo’ más exacerbado. Calco y copia.

El Ejecutivo debe tomar la iniciativa de defender a esos pobladores asesinados por una autoridad estatal. También los Humala-Heredia llevan a cuestas a otro muerto: Emerson Fasabi, trabajador de esa familia. El Poder Judicial niega la exhumación del cadáver cuando hubo irregularidades mil. Mientras, la corrupción de Humala-Heredia y el caso Lava Jato permanecen en la nebulosa. La Fiscalía sigue sin informarnos. Nada sabemos, solo que Toledo cuenta con pasaporte diplomático. Vaya país.


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