“La primera impresión es la más importante”, dice un refrán. La verdad es que no siempre es así, pero no se puede negar que sí importa. En una entrevista de trabajo, por ejemplo, la imagen personal será un aspecto a evaluar. Si bien obtener el puesto laboral dependerá de sus competencias profesionales, no prestar atención a la ropa resulta un error.
1. La prenda ideal para esta ocasión es el sastre. Según Lotty Castillo, directora de The Style Institute, debería ser negro, azul o gris. Hay que usarlo con una falda a la altura de la rodilla o con un pantalón hecho con una tela de buena caída. El saco debe marcar la figura.
2.** Hay que usar siempre blusa. Si es blanca, mejor. Evite los escotes llamativos.
3. Los accesorios tienen que ser sencillos y lucir impecables. “Grandes aretes, brazaletes y collares largos de mucho brillo distraerán al entrevistador”, anota Castillo.
4. Los zapatos deben ser discretos pero femeninos. No busque llamar la atención con colores intensos o plataformas.
5. El maquillaje debe ser discreto y natural. Eso sí, no hay que ir a la entrevista sólo con la cara lavada o, por el contrario, con maquillaje muy recargado. “Lo primero denota desinterés y poco arreglo personal. Lo segundo distraerá al entrevistador y pensará que lo que quieres es que te inviten a bailar”, asegura Castillo. Hay que tener en cuenta estas indicaciones para el arreglo del cabello y las uñas.
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