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"Es imposible que Edita muriese por lesiones"

“Edita Guerrero tiene un aneurisma roto y murió por un resangrado. Todo lo demás que se ha dicho con respecto a su muerte –lesiones, luxaciones– debería demostrarse científicamente, y eso es imposible”, dice.

Foto: Rafael Cornejo.
Foto: Rafael Cornejo.

Alberto Trelles,Neurocirujano
Autor: Gonzalo Pajares.
gpajares@peru21.com

Alberto Trelles es uno de los neurocirujanos más importantes del país. Lo buscamos para recibir su opinión científica sobre el supuesto asesinato de Edita Guerrero, la fallecida cantante del grupo Corazón Serrano. Su diagnóstico es contundente: Edita murió por un aneurisma cerebral.

¿Qué es un aneurisma y por qué se produce?
El aneurisma es una dilatación anormal de las paredes de una arteria, en cualquier parte de nuestro cuerpo. Es decir, se puede tener un aneurisma en la aorta, en las arterias ilíacas, en las del cráneo, en las carótidas, etcétera. La mayor parte de los aneurismas que se producen en nuestros cuerpos son espontáneos.

¿Hay personas más proclives a tener un aneurisma?
El 5% de la población tiene aneurismas, pero solo se les rompen a 10 o 15 personas por cada 100 mil habitantes.

¿Por qué se rompe un aneurisma?
Cuando, por efecto de la presión sanguínea, la pared del aneurisma no tolera la presión y estalla. El efecto es similar al de un globo que, al ser inflado tanto, revienta. Hay esfuerzos que pueden determinar la ruptura de un aneurisma cerebral: cambios bruscos de temperatura, relaciones sexuales –al momento del orgasmo, por su intensidad–, consumo de cocaína, etcétera. La ruptura de un aneurisma es más común en diabéticos, hipertensos, en pacientes con enfermedades metabólicas o relacionadas con el colágeno.

¿Es posible que unas lesiones se hayan ‘impuesto’ a un aneurisma y sean las verdaderas causantes de la muerte de Edita Guerrero?
No, eso no es posible.

Entonces, ¿cuál es la explicación científica?
Que murió por un aneurisma. El procedimiento es el siguiente: si un paciente presenta un dolor de cabeza intenso, agudo, lo primero que se le tiene que hacer es una tomografía, porque lo que le puede generar ese dolor de cabeza agudo es un aneurisma roto, una hemorragia cerebral espontánea. Entonces, se ordena realizar una tomografía para ver si se ha producido una hemorragia cerebral en el espacio subaracnoideo, hemorragia que se denomina subaracnoidea. Luego, para completar el estudio se pide una segunda tomografía, que se hace por contraste, que sirve para demostrar la presencia de un aneurisma en la arteria carótida del lado izquierdo, en el segmento de la arteria comunicante posterior.

Estas pruebas se realizaron en el caso de Edita y son las que demuestran que murió por un aneurisma.
El curso clínico de la señora Guerrero corresponde a la evolución clínica que se denomina “historia natural de la enfermedad”: aquí la paciente sangró, presentó una hemorragia subaracnoidea, estuvo seis días hospitalizada, ‘resangró’ –es decir, se produjo un vasoespasmo grave difuso– y murió como consecuencia de la hemorragia subaracnoidea.

¿Es científico lo que afirman los forenses del Ministerio Público, que Edita murió por unas lesiones, la más grave una luxación en el cuello?
No. Si aceptamos esa afirmación, habría que aceptar que presentó lesiones graves que no fueron evaluadas ni vistas ni reportadas por muchas personas. Si lo que dice la Fiscalía fuese cierto, esa lesión se habría visto en la tomografía. Además, esta lesión da una sintomatología que es de tipo neurológico, y que es imposible que pase desapercibida.

¿Y por qué los forenses persisten en que Edita Guerrero murió por una luxación?
Yo le puedo decir que el cuadro clínico de la paciente y sus síntomas y los estudios que le realizaron demuestran que Edita Guerrero tuvo una ruptura de un aneurisma cerebral, que generó una hemorragia subaracnoidea, la que finalmente la mató.

Los forenses afirman que Edita murió por “una depresión respiratoria central postraumatismo vertebro-medular-cérvico bulbar”…
Uno, no hay ninguna evidencia clínica ni de imágenes que demuestren esa afirmación. Dos, la depresión bulbar se produce por una hipertensión endocraneana de la paciente, pero no hay evidencia de una subluxación.

También se afirma que “pasó desapercibida una hemorragia tras sufrir múltiples contusiones severas”…
Eso es imposible. Es posible que la señora Guerrero haya muerto por un resangrado, y este genera una hemorragia cerebral. Lo más probable es que se hayan visto diferentes estadíos en el metabolismo de una conexión sanguínea dentro del cerebro, y es probable que hayan confundido una hemorragia subaracnoidea inicial –por la que la paciente fue a Emergencia– con la hemorragia masiva que le produjo la muerte. Lo que yo veo en este caso es muy poca objetividad. Los forenses analizaron la anatomía patológica, pero no tomaron en cuenta las tomografías. Repito: Edita Guerrero tiene un aneurisma roto y murió por un resangrado. Todo lo demás que se ha dicho con respecto a su muerte –lesiones, luxaciones– debería demostrarse científicamente, y eso es imposible.

AUTOFICHA

- Soy médico y me gradué en la Universidad San Agustín (Arequipa). Me especialicé en Neurocirugía en la Universidad de Chile. Obtuve la máxima distinción.

- Me gradué en 1990. Durante diez años fui médico asistente en el hospital Daniel A. Carrión. Tenemos grandes neurocirujanos.

- Manejé el Programa de Neurocirugía Vascular. Ahora soy jefe de Neurocirugía en la clínica San Borja. Por diez años fui profesor de la Universidad de San Marcos.


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