La violencia que a diario generan los miles de pandilleros que acechan Lima cobró la vida de un niño de apenas 10 años. El menor, de iniciales J.M.D.R., murió al pisar un explosivo que había sido arrojado durante un enfrentamiento entre delincuentes juveniles.
La noche del martes, el pequeño corría, saltaba y pateaba piedras en una losa deportiva ubicada en la manzana G de Arenal Alto, en San Juan de Lurigancho, cuando pisó una bomba casera. La potente detonación causó la muerte instantánea del niño.
Según manifestó la Policía, el explosivo –hecho a base de piedra y pólvora– estaba envuelto en papel y “se activó a la mínima manipulación debido a un recalentamiento”.
En el lugar también se encontró un machete y un cuchillo. Cinco adolescentes –de entre 15 y 17 años– fueron intervenidos por la Policía como sospechosos de haber arrojado el explosivo. Los responsables serían denunciados por el delito de homicidio.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.