Ricardo Monzón Kcomt
@rmk_04
El constitucionalista y ex senador Enrique Bernales analiza la campaña electoral, el apoyo de la lideresa del Frente Amplio, los resultados del último domingo y lo que ello significa para la nueva correlación de fuerzas.
¿La elección ya está cerrada a favor de Pedro Pablo Kuczynski?
Yo pienso como Kuczynski: prudencia y tranquilidad. Si hemos andado y esperado tanto tiempo, nada se pierde con esperar que en dos días la ONPE dé los resultados oficiales y se acabó la historia. Probablemente será un triunfo estrecho, pero habrá un ganador y un nuevo gobierno.
¿A qué atribuye la remontada de PPK en los días previos a la segunda vuelta?
Podemos hablar de dos factores: los errores en la fase final de la campaña de Fuerza Popular que le hicieron perder el ritmo de lo que había sido una campaña muy sólida. Estoy hablando del caso Ramírez y Chlimper, que tuvo mucha repercusión periodística y causó sorpresa, y que fue bien aprovechado por los asesores políticos de PPK. Ese fue el factor principal. El otro que también puede haber influido es la marcha antifujimorista, donde se acuñó un término muy duro, intolerante, pero que tuvo eficacia política. Fue el hacer equivaler injustamente a Fuerza Popular como si traería un ‘narcoestado’.
¿Para que PPK y Fuerza Popular lleguen a acuerdos en el siguiente gobierno es necesaria una reconciliación?
Yo no lo llamaría reconciliación, pero sí es un hecho que el fujimorismo está en todo su derecho de exigir una retractación o una admisión de error al más alto nivel en lo que se refiere a esas acusaciones de ‘narcoestado’, que no son una ofensa a una persona, sino a un partido político y a su electorado. Eso es incompatible con los ánimos democráticos que deben primar en el país.
¿PPK debe ofrecer disculpas?
Las disculpas se dan a una persona, pero aquí la ofensa ha sido a un partido que tiene un espacio político y a su electorado. Yo imagino que en algún momento esto llevará a PPK, a quien yo conozco como un hombre amplio, culto, a rectificar este concepto. Estoy seguro de que esto no fue obra de él, sino de algún asesor. Fue algo inescrupuloso.
¿Fue determinante el apoyo público de Verónika Mendoza a PPK?
No. Eso es una leyenda urbana. El íntegro del Frente Amplio ya había optado por votar por PPK al día siguiente de la primera vuelta. Vamos a ser bien claros: es muy difícil que un líder político tenga capacidad de endose, salvo que sea un líder caudillista de un partido orgánico, con militancia orgánica, con sentido de la disciplina, y el Frente Amplio no tiene ninguna de esas cualidades.
Para usted fue influyente la marcha contra Keiko Fujimori. ¿Cuánto de vida le augura al antifujimorismo?
Si comparamos al antifujimorismo de Los Cuatro Suyos con el actual, se constatará que ha disminuido. Es decir, ha habido un proceso de disminución a medida que ha pasado el tiempo. Y, por otro lado, el mismo fujimorismo comienza a adquirir una identidad política propia. Hay que distinguir entre Fuerza Popular y fujimorismo. Son cosas que se van distanciando en el tiempo. El fujimorismo dejará de ser como dejó de ser el odriismo, el leguiismo, pero la habilidad de Keiko Fujimori consiste en la construcción de un partido que no se define como fujimorista, y eso de hecho que va a quedar.
¿La construcción de un partido es el punto de inflexión para disminuir sus ‘antis’?
Sí, en parte. Pero también (Keiko Fujimori) debe evitar que su fuerza parlamentaria sea usada con prepotencia; debe usarse con habilidad y sentido político para otorgarle al país estabilidad política y gobernabilidad. En realidad, como organización política, Fuerza Popular es más fuerte que PPK, que no tiene partido. Por eso, la responsabilidad de la gobernabilidad del país es compartida entre ambas fuerzas. Ese es un hecho. Por eso es que, para mí, hubo un empate político. Eso no significa que se comparte el gobierno, sino que se comparten responsabilidades políticas.
Es una oportunidad para Fuerza Popular, entonces.
Eso le va a favorecer a Fuerza Popular porque va a consolidar un espacio que le permite tener proyección política. Le permite mostrar su progreso en el campo de la democracia, de la madurez. Y permite neutralizar un espacio que, al quedar vacío, podría ser ocupado por el Frente Amplio.
¿Ve al próximo Congreso de mayoría fujimorista censurándole ministros a PPK?
No lo creo. Creo que la sensatez, el sentido de la responsabilidad nacional, y sobre todo el realismo político, los llevará a autocontrolarse. No abusar del poder es la exacta medida de la sabiduría política. Yo no creo que el fujimorismo, por tener 73 congresistas, se dedique al ejercicio de censurar ministros.
Voceros de PPK han dejado abierta la posibilidad de convocar técnicos de otros partidos al próximo eventual gabinete ministerial de Kuczynski. ¿Qué opina?
Este no es un triunfo sólido; es un triunfo que necesita verse reforzado de colaboradores del mayor nivel que, acompañando a las personas de su propia organización política que designe PPK para el gabinete y para altos cargos, lo puedan acompañar y reforzar su gestión.
AUTOFICHA
- “Estudié Derecho en la PUCP. Cursé un doctorado en Derecho en la Universidad de Grenoble, Francia. En 1971 fui decano de la Facultad de Ciencias Políticas de la PUCP. He sido senador por Izquierda Unida e integré la Comisión de la Verdad y Reconciliación”.
- “Verónika Mendoza es una persona nueva en política que está recién afirmando una identidad y trazando un camino. Yo creo que no le hace ningún favor atribuirle capacidad de endose a una lideresa política que recién está naciendo”.
- “Debe haber acercamiento entre PPK y Fuerza Popular. No para constituir un cogobierno, sino para posibilitar reformas como la electoral, la política, la del Estado, mejorar la descentralización, el retorno a la bicameralidad en el Congreso… Hay una serie de reformas necesarias”.
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