03.MAY Viernes, 2024
Lima
Última actualización 08:39 pm
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Opinión

Fernando Cillóniz,Al.Mercado
Ica jamás habría logrado el nivel productivo que ostenta, sin el aporte laborioso de los miles de migrantes de Huancavelica, Ayacucho, Apurímac y otras partes de la sierra. Pero las autoridades iqueñas, o sea el Estado, no han hecho nada para acoger con un mínimo de dignidad a estos abnegados compatriotas que dejan todo –familia, hogar y entorno– para venir a Ica a trabajar. Efectivamente, el proceso de asentamiento de los migrantes andinos es, por demás, traumático e inhumano. Invaden un arenal, se cobijan bajo una estera y, así –sin ningún servicio básico de agua, electricidad, salud, educación y seguridad–, tardan años en obtener sus títulos de propiedad, para que el Estado empiece, lentamente, a darles lo que todo ser humano requiere para vivir. Ica depende del corazón serrano, pero no ha hecho nada por darle el bienestar que ciertamente merece. ¡Ya es hora de hacerlo!


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