Mercedes Aráoz,Al.Mercado
El proceso de descentralización no ha generado un impacto económico positivo relevante, con contadas excepciones. La división territorial actual repite la departamental antigua y no resulta en un manejo del territorio donde se articulen los servicios para el desarrollo productivo de regiones vecinas que, juntas, podrían tener más productividad y reducir la pobreza. Hay asociaciones de regiones como la amazónica, que reconoce su vocación productiva de base alrededor de recursos como la madera y cultivos, pero que en conjunto no ha plasmado estrategias para hacer de estas producciones sostenibles y tener encadenamientos con otras industrias. Los incentivos económicos no son buenos, la distribución del canon no es adecuada y no compromete la unión de regiones ni el apoyo a su diversificación. Antes de las elecciones deberíamos plantear estos temas como áreas de mejora.
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