Fritz Du Bois,La opinión del director
Los países que no aprenden de su historia inevitablemente la terminan repitiendo. Veinte años después de la captura de Abimael Guzmán ya no cabe duda que Sendero está resucitando.
Así tenemos que desde la toma de un segmento importante del sindicato de maestros hasta la creciente actividad terrorista en el VRAEM, las evidencias de su presencia son abrumadoras y es innegable que está retornando.
Incluso, las consecuencias de ese retorno ya las estamos sintiendo. Por un lado, la ampliación del gaseoducto de Camisea lleva dos años de atraso por la inseguridad generada a raíz de las acciones de la columna armada que Sendero mantiene en la zona. Lo cual puede crear un cuello de botella en la generación eléctrica y un freno al crecimiento.
Mientras que la radicalización del Sutep y el llamado a una huelga indefinida es la respuesta de la dirigencia del sindicato controlado por Patria Roja para no ser percibidos como débiles por sus agremiados, ante el extremismo de Conare, que es la facción de Sendero.
Por lo que un movimiento terrorista que para la mayoría de peruanos estaba enterrado ya está afectando la educación de los escolares así como convirtiéndose en un riesgo para el abastecimiento energético.
¿Cuál es la respuesta del gobierno? Hasta el momento parece paralizado. Por ejemplo, en el profesorado continúan enseñando a niños casi mil maestros que fueron condenados por terrorismo y la ministra de Educación no sabe cómo sacarlos. Mientras que en Interior no tienen la menor idea de cuántos gobernadores con tendencias extremistas han nombrado en las regiones, distritos y poblados. Por su parte, en el VRAEM hay emboscadas casi a diario. Uno lo compara con la situación de hace un par de años y no hay duda de que se ha deteriorado.
Por otro lado, las señales de incapacidad que está dando el gobierno está alentando a los extremistas a seguir avanzando. Cancelaron Conga de puros temerosos y lo único que han logrado es que ahora los grupos alrededor de Santos estén envalentonados. Al Sutep le dieron el regalo de cancelar la reforma del profesorado sin pedir nada a cambio y la huelga indefinida es el agradecimiento del sindicato.
Por todo ello, nos parece que el gobierno debe tomar la amenaza de Sendero más en serio y adoptar alguna estrategia para evitar que ese grupo terrorista se siga infiltrando. Pero lo más importante es que empiece a mostrar firmeza en sus actos o, en todo caso, desarrollar un mínimo de espina dorsal para no quebrarse cada vez que se inicia un paro.
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