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En primera persona

Mi nombre es Ricardo Velásquez y soy profesor de inglés. Me interesó el arte del ‘drag’ en el año 2013 que fue la primera vez que vi ‘RuPaul’s Drag Race’ por Vh1. Al comienzo lo veía como una mofa o un simple juego, pero mientras más investigaba sobre lo que es ser una ‘drag queen’, más me fue interesando. Poco a poco descubrí que no es algo de burla, ni mucho menos algo simple. Cualquiera que intente hacer ‘drag’ por lo menos una vez en su vida se dará cuenta que no es nada fácil y que el proceso es muy tedioso.

Mi nombre es Roberto Ibáñez Atkinson y soy un ingeniero emprendedor por naturaleza. Soy fanático del surf y de los perros.

Recuerdo que a los seis años caí enferma de hepatitis, estaba convaleciente en cama. De pronto vi entrar a mi habitación a mi perrito Tony. Al ver sus ojos tristes me di cuenta que algo andaba mal, y no me equivoqué. ¡Lo habían envenenado! Mis padres se habían ido a trabajar y yo estaba sola con la empleada en la casa.

La existencia de los LGBTI cuestiona toda la maquinaria sexista y conservadora que ha limitado históricamente nuestra visión de la realidad. No existen cuerpos, cerebros o formas de ser específicas para hombres o mujeres. Los seres humanos somos criaturas inherentemente diversas, lo que nos ha permitido ser capaces de manipular el mundo a través de la ciencia y la tecnología. Las personas con una identidad de género u orientación sexual que escapa de las expectativas binarias de la sociedad, sufrimos un rechazo homofóbico que no es más que miedo a perder la capacidad de establecer normas para controlar lo que hacemos con nuestros cuerpos.

Era la primera vez que iba a escuchar a Andrés Calamaro , me sé de memoria casi todas sus canciones. Mis expectativas eran altas y mi emoción rumbo al auditorio del Pentagonito era notoria. Se prometía un ambiente íntimo por la capacidad y cercanía del local. En efecto, desde la primera canción que tocó, ‘El Cantante’, se sintió esa conexión que uno vive al pie de las rejas que dividen a la barra de un equipo de fútbol con el gramado.

Me llamo María Cussi, tengo 42 años y pertenezco a la compañía de bomberos Rímac 21. Soy mamá de dos chicos de 13 y 21 años.

Soy Ricardo Chacaliaza, tengo 45 años y soy bombero. Pertenezco a la compañía de bomberos Alejandro Reyes Mi Perú de Ventanilla.

Ingresar al movimiento Scout cambia nuestro estilo de vida a causa de la convivencia con nuestros pares, las actividades que se desarrollan, la formación que se recibe y la alegría de compartir, de vivir en una hermandad, en cualquiera de las etapas de los miembros juveniles (Lobato, Scout, Caminante o Rover) o al ingresar como adultos voluntarios (anteriormente dirigentes), asumiendo una responsabilidad mayor para lograr cumplir el objetivo de nuestro movimiento, el dejar un mundo mejor.

Mi papá nunca me llevó al estadio. En lugar de enseñarme a jugar con la pelota, jugábamos con las palabras, sus significados y combinaciones. El humor ha sido algo cotidiano en mi vida. Una vez mi madre me escribió una carta donde me decía que nunca podía hablar en serio, cosa que luego me recriminaría alguna novia (llámalo complejo de Edipo, si quieres).

De niño no imaginaba que mi pasión por el vino me llevaría a iniciar un emprendimiento, ni que me casaría con una peruana, ni que me mudaría al otro lado del océano. Simplemente acompañaba a mi abuelo a visitar a los productores de la zona para escoger el vino que tomaríamos en la cena. El cual usualmente era un Riesling, cepa típica de Alsacia, la región de Francia donde nací.

“¡Negra!”. Oí gritar a un niño pequeño cuando estaba en el salón de clases en primaria. Lo curioso, es que no recuerdo el rostro de mi compañero, no recuerdo su nombre, ni en qué fila o asiento estaba ubicado, tan solo recuerdo su voz penetrante, su grito, su ofensa, quizás aprendida de sus padres.

‘Tu madre, la Concho’ es una obra de teatro que escribí hace como cuatro años y recién el año pasado enviamos el proyecto a varios teatros de Lima, para poder realizar el montaje.

En el Perú, hay más de 5000 personas en lista de espera para un trasplante de riñón, mientras, nos sometemos a la hemodiálisis. Este tratamiento consiste en conectar al paciente con una máquina que se encargará de filtrar todos los desechos que se acumulan en la sangre y agua, proceso que tus riñones no pueden hacerlo debido a un daño renal.