Justin Bieber fue víctima de los paparazzis a inicios de este mes cuando difundieron fotografías suyas completamente desnudo. Ahora, una compañía de juguetes sexuales le está ofreciendo 1 millón de dólares al cantante canadiense para hacer un consolador con el molde de su pene.
El vibrador para usar en pareja We-vibe, un producto que se promociona como la mejor arma “salva matrimonios”, ya ha vendido 4 millones de unidades en Estados Unidos, según publica la edición estadounidense de Vanity Fair.
Ir a una tienda de productos sexuales no es fácil. Implica vencer el miedo a explorar un espacio vinculado al tabú. Una cosa es ver un vibrador en una página web, pero otra distinta es ir personalmente y averiguar cómo funciona.
1. ¿LA CIRCUNCISIÓN ES BENEFICIOSA? En la Conferencia Internacional de Sida del año 2012 se explicó que la circuncisión masculina ayuda a combatir el VIH. Se estima que el corte del prepucio podría reducir en 50% el riesgo de contraer el virus. Ojo, esto no significa que se deba prescindir de los métodos de protección.
Según una encuesta realizada por una firma británica de juguetes eróticos, las mujeres prefieren tener sexo en San Valentín que recibir arreglos florales. Si bien los porcentajes son apretados –28% versus 26% arrojó la encuesta de Play Kinky–, es una interesante muestra de lo que las mujeres quieren realmente, más allá de las doce rosas rojas, los peluches con corazones atravesados por flechas y los chocolates. Está muy bien regalar y recibir obsequios cursis hechos con mucho amor, pero no hay que olvidar el componente erótico de una relación.
Beyoncé y su esposo, el rapero Jay Z, *gastaron en un sex shop más de US$6 mil de la línea más exclusiva de juguetes sexuales durante la Navidad.
En los últimos años, el aspecto lúdico del sexo ha provocado el despegue de una industria poderosa. Una persona común y corriente puede toparse, sin querer, con sagas literarias eróticas, anuncios de juguetes sexuales estrambóticos o talleres para mejorar la vida íntima. Incluso, es normal ver a sexólogos hablando de penes en los noticieros matutinos (un saludo para el doctor Máximo Lazo), famosos contando cuáles son sus fantasías (como Hugh Jackman hace unos meses) o series televisivas dedicadas a la sexología (Masters of Sex, vía HBO).
En los últimos años, el aspecto lúdico del sexo ha provocado el despegue de una industria poderosa. Una persona común y corriente puede toparse, sin querer, con sagas literarias eróticas, anuncios de juguetes sexuales estrambóticos o talleres para mejorar la vida íntima. Incluso, es normal ver a sexólogos hablando de penes en los noticieros matutinos (un saludo para el doctor Máximo Lazo), famosos contando cuáles son sus fantasías (como Hugh Jackman hace unos meses) o series televisivas dedicadas a la sexología (Masters of Sex, vía HBO).
Personal de Aduanas y de la Policía Fiscal incautó esta tarde decenas de juguetes sexuales de contrabando y sin registro de ingreso al país, en distintas galerías del Jirón de la Unión (Centro de Lima) y centros comerciales de San Borja, San Isidro y Miraflores.
Xu Guangshi, un empresario chino de 31 años fabricante de muñecas inflables asegura que: “China sigue siendo un país mojigato, pero se hace buen negocio con juguetes sexuales”, gracias a que millones de hombres no encuentran una mujer en el país asiático.
¿En qué parte del mundo la infidelidad causa más estragos? ¿Quién utiliza juguetes en la cama o dónde es más frecuente el abuso de menores? Son las preguntas que intentaron responder unos geógrafos franceses en un atlas mundial de la sexualidad.
Rosa (32) siente que el sexo con su pareja se ha vuelto aburrido. Ama a su novio, José (34), pero cree que el fuego sobre la cama se ha apagado hace un buen rato. “Ya no es como antes. Parece como si ahora lo hiciéramos por compromiso. Llevamos cuatro años juntos”, dice Rosa. En efecto, es normal que las relaciones prolongadas atraviesen fases de “enfriamiento” erótico, en las que el sexo no resulta tan emocionante ni divertido como lo fue alguna vez. En muchos casos, esta grieta puede deteriorar la relación poco a poco.
Rosa (32) siente que el sexo con su pareja se ha vuelto aburrido. Ama a su novio, José (34), pero cree que el fuego sobre la cama se ha apagado hace un buen rato. “Ya no es como antes. Parece como si ahora lo hiciéramos por compromiso. Llevamos cuatro años juntos”, dice Rosa. En efecto, es normal que las relaciones prolongadas atraviesen fases de “enfriamiento” erótico, en las que el sexo no resulta tan emocionante ni divertido como lo fue alguna vez. En muchos casos, esta grieta puede deteriorar la relación poco a poco.
En operativos simultáneos, la Sunat intervino un cargamento de preservativos, supuestos productos naturales y juguetes sexuales que se trasladaban sin comprobantes de pago ni registro sanitario.
AL NATURAL Make Sex Normal que recoge diversas iniciativas de personas o grupos que trabajan en educación sexual. Hay de todo: sexólogos, neurocientíficos, actores, terapeutas, investigadores, artistas plásticos, escritores, fotógrafos, periodistas, fabricantes de juguetes eróticos, blogueros, activistas, entre otros. La idea es mostrar que el sexo es una expresión fundamental del ser humano y que debería verse con buen humor, respeto y, sobre todo, naturalidad.
AL NATURAL Make Sex Normal que recoge diversas iniciativas de personas o grupos que trabajan en educación sexual. Hay de todo: sexólogos, neurocientíficos, actores, terapeutas, investigadores, artistas plásticos, escritores, fotógrafos, periodistas, fabricantes de juguetes eróticos, blogueros, activistas, entre otros. La idea es mostrar que el sexo es una expresión fundamental del ser humano y que debería verse con buen humor, respeto y, sobre todo, naturalidad. Visite: makesexnormal.tumblr.com.
“Hace unas semanas vi un reportaje en la televisión sobre los sex shops. Medio en broma, medio en serio, le dije a mi esposa para ir a uno de estos lugares, pero ella me dijo que jamás lo haría. Creo que hasta se ofendió”, cuenta Josué (34). “Iría a una tienda erótica pero, uy, ¿qué dirá la gente?”, dice Sofía (29).
“Hace unas semanas vi un reportaje en la televisión sobre los sex shops. Medio en broma, medio en serio, le dije a mi esposa para ir a uno de estos lugares, pero ella me dijo que jamás lo haría. Creo que hasta se ofendió”, cuenta Josué (34). “Iría a una tienda erótica pero, uy, ¿qué dirá la gente?”, dice Sofía (29). “Una vez fui con mi enamorado a una tienda de estas. Bueno, tal vez exagero: no llegamos a cruzar la puerta porque me di media vuelta cuando vi el letrero a lo lejos. Me dio taquicardia”, confiesa Natalie (26). “¿Para qué voy a ir a un lugar así? Esos juguetes no sirven para nada”, comenta David (41).
Poco a poco, los juguetes sexuales están dejando atrás la etiqueta de “instrumentos para el placer solitario” para convertirse en instrumentos útiles que enriquecen la vida sexual en pareja. Ojo, usar estos dispositivos en la cama no es sinónimo de tendencia o de evolución en materia sexual. De hecho, dependerá de cada uno si recurre a estas herramientas eróticas. Ahora bien, si usted está interesado en probarlas, es necesario tener en cuenta varias cosas primero. Según el portal Men’s Fitness, se requiere un poco de investigación antes de comprar: visitar páginas de productos, leer reseñas en la web, consultar a expertos, etc. También se recomienda desterrar el mito que dice que el juguete lo reemplazará (es el gran temor sexual de muchos varones). Al contrario, más que un competidor, un juguete es un aliado. Finalmente, si le da vergüenza acudir personalmente a una tienda para adquirir un producto de este tipo, está la opción de comprar vía Internet. ¿Se anima a intentarlo?
Según cuentan las leyendas sexuales, la estimulación del punto G puede provocar intensos y memorables orgasmos a la mujer. Sin embargo, hay un gran problema: ¿dónde está el punto G? La verdad es que no es tan fácil como señalar dónde está la nariz, el corazón o el hígado.
Según cuentan las leyendas sexuales, la estimulación del punto G puede provocar intensos y memorables orgasmos a la mujer. Sin embargo, hay un gran problema: ¿dónde está el punto G? La verdad es que no es tan fácil como señalar dónde está la nariz, el corazón o el hígado.
Los juguetes sexuales han evolucionado. En el mercado de hoy no solo encontrará piezas de colores chirriantes y materiales baratos, sino también dispositivos que combinan arte y tecnología. No basta con cualquier pedazo de plástico que vibre, así que los usuarios buscan aparatos más cómodos y sofisticados para la intimidad. Y, sobre todo, que brinden un máximo placer.
Los juguetes sexuales han evolucionado. En el mercado de hoy no solo encontrará piezas de colores chirriantes y materiales baratos, sino también dispositivos que combinan arte y tecnología. No basta con cualquier pedazo de plástico que vibre, así que los usuarios buscan aparatos más cómodos y sofisticados para la intimidad. Y, sobre todo, que brinden un máximo placer.
De acuerdo con Scientific American, los estadounidenses gastan 500 millones de dólares al año en juguetes sexuales. En Gran Bretaña, por otra parte, la cifra supera los US$400 millones. Esto resulta paradójico en tiempos de crisis financiera, ¿verdad? Sin embargo, hay una posible explicación. “En tiempos de alto desempleo y balances bancarios deprimentes, la gente pasa el tiempo bien ocupada”, señaló Stefan Dallakian, dueño de una tienda de juguetes eróticos, a CNBC. Es decir, los juguetes sexuales son herramientas para vencer las vicisitudes de la vida cotidiana. No hay empleo, cierto, pero que mejor que entregarse al placer sexual, aunque sea por unos momentos, para olvidarse de los problemas. Lo cierto es que, más allá de las crisis, el uso de estos aparatos se ha incrementado en todo el mundo. Por ejemplo, el vibrador, asociado siempre a prácticas solitarias de las mujeres, puede ser, más bien, un gran complemento para la pareja y un aliado poderoso para conseguir orgasmos. Haga la prueba.
No se llevaron dinero. Los hampones que la madrugada de ayer entraron al sex shop del Jirón de la Unión 755, interior 202, en el Cercado de Lima, robaron látigos, consoladores y condones, entre otros juguetes sexuales.