Por Patricia Quispe Villanueva (@pquispev) Confianza en suspenso. Recién mañana el pleno del Congreso definiría si le otorga el voto de investidura al gabinete ministerial que preside Ana Jara, luego de que esta madrugada las abstenciones (63) superaran las 50 adhesiones y el solitario voto en contra de Heriberto Benítez.
Lo primero que podemos señalar es que se trata de un fallo judicial bastante equilibrado. Ha respetado el fuero parlamentario y reconoce que la llamada megacomisión es competente para investigar al expresidente Alan García, incluso, por el caso BTR y ‘Petroaudios’. No lo excluye de la investigación y sostiene que ni el presidente de la comisión investigadora ni sus miembros pueden ser removidos, salvo por decisión del Pleno.
Para conformar una comisión investigadora, el Parlamento debería convocar a los legisladores que no tengan cuestionamientos morales o penales en su contra. Es decir, congresistas intachables.
“La propuesta podría estar bien, pero creo que deben fijarse algunas consideraciones y determinar a quién va a representar el Senado y cómo lo va a representar. No estoy a favor de que sea elegido por distrito nacional porque siempre termina ‘limeñizado’, es decir, los senadores, que son los principales líderes de los partidos, se asientan en Lima y ya no retornan a sus provincias. Por eso, el Senado se convierte en una entidad centralista.
El origen de este tipo de casos en el Congreso se encuentra en los partidos políticos, que no son fuertes ni disciplinados y que, en la práctica, actúan en función de aventuras electorales.
Los cuatro años de prisión suspendida y los tres de inhabilitación para ejercer cargos públicos a los que fue sentenciada hoy Cecilia Chacón, han abierto un debate sobre si la congresista fujimorista podrá seguir o no ocupando su curul, más aún si se tiene en cuenta que su inmunidad parlamentaria nunca se le levantó.
Una disposición poco usual fue publicada ayer en las Normas Legales de El Peruano. En su disposición 25, la Ley de Presupuesto autoriza al Congreso a incorporar en el presupuesto de 2012 los saldos de los recursos no ejecutados (no gastados) durante 2011. “Al Parlamento le sobra el dinero, pero el problema es cuando se usa ese sobrante para contratar amigos y partidarios”, dijo el exoficial mayor José Élice.