La Torre Eiffel estará rodeada antes de que acabe este año por un muro de cristal de 2,50 metros de altura para reforzar la seguridad y protegerla de posibles ataques, en el marco de un dispositivo amplio y más “estético”
El muro, que costará unos 20 millones de euros y fue desvelado este jueves por el periódico Le Parisien, sustituirá las barreras actuales instaladas desde la Eurocopa de fútbol 2016, indicó la alcaldía parisina.
“Vamos a sustituir las rejas metálicas en los ejes norte y sur [de la torre] por paneles de cristal, que permitirán a los parisinos y a los visitantes recuperar una vista agradable del monumento desde el Campo de Marte y el puente de Iena”, dijo en un comunicado Jean-François Martins, adjunto de Turismo de la alcaldesa socialista Anne Hidalgo.
Será una “valla antibalas que rodeará la mayor parte de los jardines de la Torre Eiffel”, indicó por su parte Bernard Gaudillère, presidente de la sociedad que gestiona el monumento.
Según Martins el objetivo es conseguir una circulación mas fluida de los visitantes, una vez controlados.
A solicitud de la Prefectura de policía, la entrada se hará a través de los jardines que rodean a la torre. “Nuestra voluntad es lograr un verdadero paseo paisajista, con controles más fluidos, que mejore el confort de los visitantes y simplifique su circulación”, explicó el edil.
Las rejas tradicionales que rodean parques y jardines serán instaladas en otros dos ejes de acceso.
“La situación de riesgo terrorista sigue siendo elevada en París y los lugares más expuestos, entre ellos la Torre Eiffel, necesitan medidas de seguridad especiales”, subrayó Martins.
El nuevo sistema servirá “para evitar intrusiones y que individuos o vehículos” puedan entrar en la explanada. El objetivo es que las obras estén terminada antes de que acabe el año.
La explanada será ampliada e incluirá los dos jardines y pequeños lagos que circundan la estructura metálica.
No al muro
El proyecto forma parte de un amplio plan de 320 millones de dólares, anunciado el mes pasado, para reforzar la seguridad y mejorar las instalaciones para recibir a los visitantes de la famosa torre.
Sin embargo, en un comunicado titulado “No al muro alrededor de la Torre Eiffel”, el grupo comunista en el Consejo de París estimó que este plan “nos hace temer por la preminencia de una visión de la torre como un parque de atracciones, cuando preconizamos una Torre Eiffel como monumento histórico, patrimonial y arquitectónico”.
Aunque el refuerzo de la seguridad es necesario, el acceso a la explanada “debe seguir siendo gratuito para todos, turistas, paseantes, vecinos”, sostiene el grupo.
DATO
Ω, se ha convertido en un emblema de París y el monumento con entrada paga más visitado del mundo. Recibe seis millones de visitantes por año.
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