El primer ministro británico, David Cameron, anunció hoy nuevos planes para endurecer las normas sobre la cantidad de beneficios que se concede a los inmigrantes.
Los inmigrantes de otros países de la Unión Europea perderán sus prestaciones por desempleo en seis meses, a menos que demuestren que “verdaderamente buscan empleo” y “tienen posibilidades de conseguir uno”.
Las medidas también apuntan a los propietarios de viviendas, pues podrán enfrentar multas si alquilan a inquilinos que se consideren inmigrantes ilegales.
“La inmigración neta era demasiado alta, pero el Gobierno dio la bienvenida a aquellos inmigrantes con las habilidades y el talento empresarial para crear puestos de trabajo en Reino Unido”, expresó Cameron.
Londres teme por un posible nuevo flujo cuando se levanten las restricciones a la circulación de los ciudadanos de Bulgaria y Rumania a principios del 2014.
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