Así es Boris Johnson, el nuevo ministro de Relaciones Exteriores poco diplomático del Reino Unido

Cuando se pronuncia el nombre de Boris Johnson, el flamante ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido e impulsor del Brexit —la salida de su país del bloque de la Unión Europea— la palabra diplomacia no es la primera que viene a la mente de los británicos o de la clase política del Viejo Continente.

Muchos pensaron que la carrera política de Boris Johnson había acabado tras llevar a la victoria al Brexit y luego renunciar a suceder al entonces primer ministro, David Cameron. Pero esto no fue así.

‘Boxit’, como lo llaman en redes sociales, consideró que no era la persona indicada para asumir el cargo de primer ministro del Reino Unido y dirigir con éxito las negociaciones con Bruselas pasa salir del bloque.

Ahora que es el jefe de la diplomacia británica en el gabinete de la primera ministra Theresa May, los medios volverán a registrar su cabello alborotado y su peculiar sentido del humor.

Sus frases polémicas

Además, se teme que el nuevo cargo no le ayude a contener sus comentarios ofensivos contra líderes mundiales o a evitar ‘papelones’ como el que protagonizó hace 4 años cuando era alcalde de Londres y acabó colgado de una ‘tirolina’ durante los Juegos Olímpicos de 2012. Mientras esperaba que lo bajaran, no dejaba de agitar una banderita.

Incluso cuando Boris Johnson regresó a su casa de Londres —donde la mayoría rechazó el Brexit— tras ser nombrado secretario de Relaciones Exteriores, un vecino había colocado un mensaje al lado de su casa que decía: “LO SIENTO, MUNDO”.

No obstante, Boris Johnson dijo tras su nombramiento que “Estados Unidos será uno de los primeros de la lista” de disculpas, aparentemente por su comentario sobre la ascendencia del presidente Barack Obama.

[Boris Johnson arrolló a un niño durante un partido de rugby en Japón]

En abril, ‘Boxit’ criticó a Obama por insinuar que Gran Bretaña debería quedarse en la Unión Europea y lo describió como “parcialmente keniano” que tenía un “desagrado ancestral por el imperio británico”.

Retrocediendo al año 2007, dijo que el aspecto de Hillary Clinton era igual a la de una “enfermera sádica de manicomio” y en 2015 comentó que la única razón por la que no iría a algunas partes de Nueva York “es para no encontrarme a Donald Trump”.

Aquí cabe resaltar que Boris Johnson, o mejor dicho, Alexander Boris de Pfeffel Johnson, nació en Nueva York en 1964.

Durante la campaña del referendo a favor del Brexit, Boris Johnson participó en el concurso de una revista sobre poemas ofensivos hacia el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan. Él ganó, pero sus rimas de corte sexual no cayeron bien en este país que es aliado estratégico de Gran Bretaña y que es de mayoría musulmana.

Reacciones

El líder demócrata liberal Tim Farron no puede creer que Boris Johnson representará a Gran Bretaña en el extranjero y le recordó que también deberá disculparse con los líderes de la Unión Europea por decir que sus planes eran parecidos a los de Adolf Hitler.

“En este momento increíblemente importante en el que se determinarán las relaciones económicas y culturales de Gran Bretaña con Europa, es extraordinario que la primera ministra haya escogido a alguien con una carrera construida de bromas”, dijo Farron.

El ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Jean-Marc Ayrault, se preguntaba este jueves cómo un hombre que “dijo mentiras” como líder de la campaña del Brexit podría ser un interlocutor creíble.

“No estoy preocupado sobre Boris Johnson, pero (…) durante la campaña mintió mucho al pueblo británico (…) Yo necesito un socio con quien pueda negociar y que sea claro, creíble y fiable”, expresó Ayrault en radio Europe 1.

Guy Verhofstadt, ex primer ministro de Bélgica y ahora miembro del Parlamento europeo, resumió con esta frase en Twitter el nombramiento de Boris Johnson: “Claramente el humor británico no tiene límites”.

El ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, opinó que la designación de Boris Johnson era una clara señal de que Reino Unido tenía la intención de salir de la UE.

La canciller Angela Merkel declinó hacer declaraciones, pero Steinmeier indirectamente calificó al flamante premier británico como “irresponsable”.