El papa Francisco reforzó hoy la vigilancia de las operaciones financieras del Vaticano, en el marco de la cooperación con el comité de expertos europeos Moneyval que lucha contra el blanqueo del dinero sucio.
Francisco reforzó por “motu proprio” (un decreto papal) las funciones de la Autoridad Financiera de Información (AIF), creada en 2010 por el papa Benedicto XVI.
A través del decreto, el papa aprueba la introducción de numerosas medidas y se establece que las leyes que se aplican al Estado Vaticano se extienden a sus ministerios, organismos e instituciones que dependen de la Santa Sede así como a organizaciones no lucrativas de la Iglesia, como por ejemplo Caritas.
AIF se convierte también en un organismo de “evaluación y aprobación” de actividades que impliquen movimientos financieros, con lo que se responde al pedido hecho por Moneyval, el órgano del Consejo de Europa para la lucha contra el blanqueo, indicó en un comunicado del Vaticano.
Se creó un “comité de seguridad financiera” con el objetivo de coordinar las actividades de la Santa Sede en materia de prevención y lucha contra el reciclaje, añade la nota.
El “motu proprio” demuestra la voluntad del papa Francisco de limpiar las finanzas del Vaticano, cuyo banco ha estado involucrado por años en operaciones oscuras de blanqueo de dinero y corrupción.
“Se trata de un instrumento que ofrece la garantía de que se seguirá el camino iniciado. En el mundo actual se trata de resistir frente a formas cada vez más sofisticadas de criminalidad financiera. Tenemos que hacer frente a los desafíos para la protección de la legalidad, no quedarnos atrás”, explicó el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi.
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