Al menos 1,3 millones de personas mueren cada año en el mundo a consecuencia de la reutilización de jeringas sin las medidas de higiene necesarias, esto causa unas pérdidas directas de US$535 millones, denunció hoy la directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan.
Según datos de la OMS y de Unicef, en los países pobres es habitual que se vuelvan a usar esos materiales sin haber sido previamente esterilizados de manera conveniente, a ello hay que sumar el personal médico que accidentalmente se pincha con las jeringas, alrededor de un 80% de los trabajadores sanitarios, lo que supone un alto riesgo de contagio de hepatitis B, la hepatitis C y VIH.
Las autoridades sanitarias de la ONU subrayan que el problema de las inyecciones carentes de medidas de higiene es mayor que el de la vacunación, ya que solo del 5% al 10% de estas son para vacunas, mientras que entre el 90 % y el 95 % son con fines curativos.
Para prevenir las infecciones asociadas a estas prácticas, la OMS recomienda acciones gubernamentales de concienciación dirigidas a pacientes y empleados de la salud, asegurar el abastecimiento de jeringas y agujas desechables, y destruir los restos de material ya utilizado.
La falta de recursos económicos es la causa principal detrás de la reutilización de las jeringas, que en el caso de los países más pobres son muy caras en comparación con los salarios del personal facultativo, lo que induce a su uso repetido para ahorrar.
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