El cuerpo de una bebé de apenas siete meses fue hallado dentro de un oso de peluche, luego que su madre lo escondiera ahí para evadir una eventual responsabilidad por la muerte de la pequeña. Ocurrió en México.
Miriam Carolina Enríquez Martínez (19) denunció que su hija había desparecido mientras ella se bañaba en su casa ubicada en la localidad de Tlaquepaque, en las afueras de Guadalajara.
Por ello, las autoridades activaron la ‘Alerta Amber’, un mecanismo para localizar rápidamente a niños cuyos paraderos son desconocidos. Sin embargo, ante la sospecha de que la mujer estaba mintiendo, se le aplicó el detector de mentiras.
De esta manera, se logró que la joven confesara el hecho. Los restos de la pequeña no presentaban huellas de violencia y, según las autoridades, habría fallecido producto de una neumonía y de una desnutrición severa.
Ahora Enríquez Martínez enfrenta una pena de hasta cinco años de cárcel por mentir y por violar la ley en materia de inhumación de cuerpos.
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