Las sospechas que se tejen sobre los verdaderos motivos de la caída del avión de Malaysia Airlines, que se estrelló hoy en la conflictiva frontera de Rusia y Ucrania con 239 personas a bordo, ha traído a la memoria el caso de otra aeronave comercial que fue derribada en plena Guerra Fría, en 1983.
Tras el incidente de hoy, el gobierno de Ucrania y las fuerzas prorrusas se han acusado mutuamente de derribar el avión. Desde inicios de año el este de Ucrania vive en conflicto contra un grupo de rebeldes que, con la aprobación de Rusia, buscan separarse de la exrepública soviética para anexarse al Kremlin.
Aunque la hipótesis del derribo de la nave no ha sido probada ni confirmada, el caso trae a la memoria lo ocurrido hace 31 años, cuando –desviado de su ruta original y con 240 pasajeros y 29 tripulantes– el vuelo 007 de Korean Airlines fue atacado la madrugada del 1 de setiembre de 1983.
Según recordó ABC.es, la aeronave surcoreana, que cubría el tramo de Nueva York a Seúl, hizo una parada en Alaska para abastecerse de combustible.
Al partir de ese estado, ubicado en el extremo noroeste de América del Norte, el piloto confundió el destino del vuelo y lo dirigió accidentalmente hacia la península de Vladivostok (en Siberia), donde la URSS mantenía su arsenal nuclear.
A la altura de la península rusa de Kamchatka los radares soviéticos captaron la intromisión del avión de Korean Airlines en su espacio aéreo y mandaron a un caza a reconocerlo y “disuadirlo”. Las maniobras de advertencia, diseñadas para sus vehículos militares, no fueron detectadas por el avión comercial.
Además, ese mismo día una nave espía de la Fuerza Aérea estadounidense sobrevoló la zona para medir la capacidad de los radares rusos. Su señal se confundió con la del avión de pasajeros, que no respondió a las indicaciones y fue derribado con misiles aire-aire.
El avión de pasajeros fue impactado, pero no cayó a tierra de inmediato. Este logró mantenerse en vuelo durante cinco minutos, pero poco después descendió en espiral e impactó cerca de la isla de Sajalín. Todos los pasajeros murieron.
REACCIÓN INTERNACIONAL
La condena al ataque fue inmediata. Mientras la Unión Soviética recién reconoció haber derribado al avión una semana después y solo entregó el contenido de la caja negra del mismo después de caído el régimen, Estados Unidos condenó severamente los hechos.
El entonces presidente de EEUU, Ronald Reagan, dio un mensaje a la Nación en el que calificó el hecho de “masacre” y un “crimen contra la humanidad que nunca debe ser olvidado”.
Además, indicó que el sistema de GPS –que en ese momento aún estaba en desarrollo– pasaría a uso civil una vez perfeccionado. Así se buscaba evitar errores de ruta como el ocurrido con el vuelo surcoreano.
OTROS CASOS
El 20 de abril de 1978 otro avión de Korean Airlines fue atacado por un avión interceptor de la Unión Soviética. El vuelo 902, que iba de Paris a Seúl, tuvo que hacer un aterrizaje forzoso sobre un lago congelado y dos de sus 97 pasajeros murieron.
Pero Estados Unidos también derribó también un avión de pasajeros.* El hecho ocurrió el 3 de julio de 1988, cuando un misil de aire lanzado desde el buque de guerra USS Vicennes impactó contra el vuelo 655 de Iran Air, en el Golfo Pérsico. Murieron 274 pasajeros y 16 tripulantes.
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