Malasia: Ausencia de llamadas telefónicas desde avión desaparecido en debate

Muchos misterios rodean aún la desaparición del vuelo Boeing 777 de Malaysia Airlines. Uno de ellos es por qué los tripulantes y 239 pasajeros del avión secuestrado no pudieron o quizás no intentaron comunicarse con sus seres queridos poco antes de que se corte toda comunicación con la aeronave, de la que no se sabe nada desde el pasado 8 de marzo.

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A diferencia de los pasajeros y tripulantes de los cuatro aviones secuestrados en los atentados del 11 de setiembre del 2001, quienes se comunicaron con sus seres queridos poco antes de morir al estrellarse las aeronaves contra las Torres Gemelas y otros edificios atacados, los pasajeros de vuelo 370 del Malaysia Airlines no efectuaron llamadas ni actualizaron sus redes sociales (como Instagram, Weibo o Twitter) luego que el vuelo fuera desviado.

Esto ha generado un gran debate entre expertos considerando que la mayoría de pasajeros provenían de Malasia o China, países en los que el uso del celular está ampliamente extendido.

Según recoge un artículo de The New York Times, para algunos el avión volaba demasiado alto para que los aparatos electrónicos pudiesen funcionar. Según un radar militar, luego de desviarse la aeronave secuestrada alcanzó los 45,000 pies de altura, por encima de la altitud máxima certificada de 43,100 pies para el tipo de avión (Boeing 777-200). A su paso por la península de Malasia, el avión voló a 23,000 pies antes de subir a 29,500 pies de altura.

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Además de los celulares de los pasajeros, el avión venía equipado con ‘air phones’, teléfonos que funcionan usando la tecnología del radio o satélite.

Sin embargo, si el avión fue desviado intencionalmente y el responsable apagó el servicio de entretenimiento de la aeronave, los pasajeros tampoco pudieron usar esta opción para comunicarse. Inclusive no pudieron ver en el mapa disponible en el vuelo que su avión había sido desviado.

LOS RINDIERON FÁCILMENTE
El artículo explica sin embargo que para algunos investigadores los pasajeros no intentaron siquiera hacer una llamada. Una teoría sostiene que quien haya secuestrado el avión pudo despresurizar intencionalmente la cabina, lo que habría dejado rápidamente a los pasajeros y tripulantes inconcientes.

Se sospecha además que quien lo hizo también pudo haber bloqueado la liberación de las máscaras de oxígenos ubicadas en los asientos de los pasajeros.