Luiz Inácio Lula da Silva fue condenado a 9 años y 6 meses de prisión tras ser señalado como culpable en la red corrupción que operó Petrobras en Brasil.
La sentencia fue dictada este miércoles por el juez Sergio Moro, responsable de las investigaciones de estos cinco juicios que truncaron sus aspiraciones políticas para ser nuevamente presidente del país vecino.
A continuación, le presentamos el caso por el cual fue condenado:
El tríplex de la constructora OAS:
La Fiscalía señala que Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva recibió un soborno de 1.16 millones de dólares de OAS, una de las constructoras involucradas en el caso Petrobras que pagó un total de 87.6 millones de dólares por debajo de la mesa a políticos y funcionarios.
Según la denuncia, a la que tuvo acceso la agencia AFP, la empresa le habría otorgado un tríplex en Guarujá, un balneario de Sao Paulo, cuando aún era presidente de Brasil, y financió el almacenamiento de sus bienes personales entre 2011 y 2016, incluyendo el acervo de sus años como jefe de Estado.
Leo Pinheiro, ex presidente de OAS, declaró a las autoridades que el apartamento fue reservado y luego lujosamente reformado para Lula y su esposa Marisa Leticia (fallecida en agosto), tras el fin del mandato. Pero el petista sostiene que la Fiscalía miente y que la confesión fue obtenida mediante apremios.
“Para probar que soy el propietario, tienen que tener un recibo, un registro notarial, una escritura. Si no lo pagué, no tengo la llave y la empresa lo usó como garantía de varios préstamos que efectuó, entonces no puede ser mío”, afirmó Lula da Silva.
A pesar que solo en este juicio se le halló culpable, el ex jefe de Estado también tiene abierto otros cuatro juicios que podrían empeorar su situación legal. Los casos son los siguientes:
1. Instituto Lula y Odebrecht:
Otro caso en manos del juez Sergio Moro quien investiga si Odebrecht ofreció 12 millones de reales para comprar un terreno en Sao Paulo donde sería erigido el Instituto Lula, que divulga su legado político, como parte de un acuerdo para distribuir sobornos recibidos por el Partido de los Trabajadores.
La transferencia finalmente se frustró, pero según la Fiscalía prueba que el Partido de los Trabajadores tenía “una cuenta corriente informal de la corrupción” con Odebrecht y que el delito consumado está configurado por simple la propuesta y la aceptación del soborno. El instituto Lula niega cualquier irregularidad.
La denuncia sostiene que Odebrecht también habría pagado un apartamento contiguo al que habita Lula en Sao Paulo y que una tercera persona se lo alquiló como maquillaje a su ex esposa: “Hay indicios de que, de hecho, es del ex presidente Lula, que lo habría recibido, según la denuncia, como un soborno del Grupo Odebrecht”, indica la denuncia.
2. Lavado de dinero y tráfico de influencias:
En este proceso, Lula da Silva es acusado de lavado de dinero y tráfico de influencia en la compra por parte del Estado brasileño de aviones de combate suecos Gripen por 5,000 millones de dólares, que se concretó durante la presidencia de Dilma Rousseff.
Según la investigación, Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva recibió 2.25 millones de reales a través de la empresa de su hijo Luis Claudio “para influenciar a Dilma Rousseff en la compra de cazas Gripen de la SAAB”.
Los delitos fueron definidos como de una “complejidad fuera de lo común, que involucraron negociaciones multimillonarias del gobierno federal en Brasilia, (y) actos políticos de la más elevada autoridad de la República”.
En esta caso, Lula también fue denunciado por supuestamente interceder en favor de automotrices en la concesión de beneficios fiscales.
3. Compra de silencio:
Este proceso investiga la denuncia del ex senador del Partido de los Trabajadores, Delcidio do Amaral, que afirma que Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva participó de un plan para comprar el silencio de un ex directivo de Petrobras involucrado en el fraude de la petrolera estatal.
Junto con el prominente banquero André Esteves (ex presidente del BTG Pactual), el empresario ganadero y amigo de Lula, José Carlos Bumlai y el propio Amaral, Lula habría intentado acallar al ex director del área Internacional de Petrobras Nestor Cerveró, que se aprestaba a firmar un acuerdo con la justicia y proporcionar detalles sobre el funcionamiento del esquema de sobornos en la estatal.
4. Corrupción en Angola:
En este caso Luiz Inácio Lula da Silva es acusado de tráfico de influencia, corrupción pasiva, lavado de dinero y formación de una organización delictiva junto a Marcelo Odebrecht entre 2008 y 2015.
Lula ejerció “influencia la política de financiación internacional de BNDES (Banco Nacional de Desarrollo), con la intervención de otros organismos públicos federales para favorecer a Odebrecht”, según la denuncia.
La contraprestación fue cuantificada en 20.6 millones de reales en la forma de una participación en los negocios a Exergia Brasil, empresa de uno de sus sobrinos.
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Los cinco juicios que afronta Luiz Inácio 'Lula' da Silva https://t.co/zS1jSY8fTm pic.twitter.com/I4AhZN6bH7
— Diario Perú21 (@peru21noticias) 12 de julio de 2017
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