El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha discutido la “difícil situación” en Venezuela con otros líderes latinoamericanos que asistieron el martes a la toma de posesión de la nueva presidente chilena Michelle Bachelet y mencionaron la posibilidad de mediación de terceras partes, dijo un alto funcionario estadounidense citado por la agencia Asociated Press.
El funcionario, que no estaba autorizado a hablar oficialmente con los reporteros, dijo que Biden manifestó a los líderes que la democracia es más que celebrar elecciones, y que los derechos humanos, como el derecho a protestar, deben respetarse.
Según el funcionario, Biden dijo a los líderes latinoamericanos que mantenía su aseveración de esta semana vertida al diario chileno El Mercurio, en la que indicaba que el gobierno de Venezuela está usando “civiles armados” contra manifestantes pacíficos y lo acusó de “inventar teorías conspirativas estrafalarias” de que Estados Unidos tiene algo que ver con las manifestaciones.
Biden había mencionado la posibilidad de mediación por terceras partes no identificadas.
Funcionarios venezolanos han rechazado repetidas veces la idea de que otro país medie en su disputa con la oposición. El presidente Nicolás Maduro dijo que las declaraciones de Biden a El Mercurio eran una “agresión” de un país al que acusa de respaldar a los opositores que tratan de socavar “una sólida democracia que ha recibido el respaldo popular en 18 elecciones durante los últimos 15 años”.
Maduro canceló sus planes de asistir a la toma de posesión de la presidenta Michelle Bachelet y envió al canciller Elías Jaua.
Por su parte, el ministro argentino de Relaciones Exteriores Héctor Timerman dijo el martes que los cancilleres del Unasur se reunirán el miércoles en Chile para escuchar lo que Jaua tiene que decir y tomar medidas para apoyar al gobierno venezolano de fuerzas que calificó de “golpistas”.
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Y el presidente ecuatoriano Rafael Correa afirmó que esperaba que la reunión en la capital, Santiago, concluya con una declaración de apoyo al gobierno de Maduro.
“Es claro lo que está pasando en Venezuela”, dijo Correa. “Se trata de desestabilizar un gobierno legítimamente electo y eso no lo podemos permitir”, añadió.
El presidente Ollanta Humala dijo por su parte que lo más importante es que se respete el derecho a la no intervención. El mandatario dijo que es deber de los pueblos latinoamericanos “ver en qué medida podemos ayudar a los otros pueblos. Lo importante es que se respete el derecho de no injerencia y se respete también la política del gobierno que sienta que necesita la ayuda”.
Bachelet trató de llegar a las dos partes del diferendo político venezolano durante una entrevista para televisión la semana pasada, cuando destacó la importancia del respeto a los derechos humanos pero afirmó que no “nos parece adecuado que pueda haber acciones violentas buscando desestabilizar un gobierno democráticamente electo”.
El líder venezolano de oposición Henrique Capriles dijo en una entrevista desde Caracas con el diario chileno La Tercera que la declaración de Bachelet le pareció extraña porque, alegó, no ha habido una palabra para rechazar el uso desproporcionado de la fuerza.
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