Jefes de Estado saludan elección de Jorge Bergoglio como nuevo Papa

El jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, felicitó este miércoles a Francisco I, convencido de que su ministerio contribuirá “de manera decisiva a un mundo mejor”, y mostró su disposición a reforzar las relaciones con la Santa Sede.

Rajoy, quien envía al Papa su más “calurosa y respetuosa felicitación”, reafirma “la disposición de mi Gobierno para mantener y, si cabe, reforzar las especiales relaciones entre la Santa Sede y España, sobre la base de los profundos valores que compartimos: la vida, la dignidad humana, la libertad, la paz y la justicia”.

Rajoy también parece hacer una referencia velada a la elección del primer Papa latinoamericano, calificando este momento de “privilegiada e histórica ocasión en la que la Iglesia se hace más universal que nunca”.

A él se le unieron otros jefes de Estado de todo el mundo.El presidente de México, Enrique Peña Nieto, manifestó hoy su “beneplácito” por la elección del primer Papa latinoamericano, el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, con quien confió establecer una “relación cordial y cercana”.

Peña Nieto tiene planeado viajar mañana, jueves, al Vaticano para asistir a la misa de inauguración del pontificado de Bergoglio.

El mandatario colombiano, Juan Manuel Santos, también celebró la elección de Beroglio y se pronunció en Twitter:

Saludamos al papa Francisco I, primer papa latinoamericano.

— Juan Manuel Santos (@JuanManSantos) 13 de marzo de 2013

El primer ministro británico, David Cameron, señaló hoy la elección del nuevo Papa, Francisco I, como un momento “trascendental” para los católicos de todo el mundo.

“Un día trascendental para los 1,200 millones de católicos alrededor del mundo, en el que Su Santidad Francisco I fue nombrado el Papa de Roma número 266”, señaló el premier del Reino Unido en un comunicado de Downing Street.

El nuevo pontífice se presentó ante las decenas de miles de fieles reunidos en la plaza de San Pedro del Vaticano después de que la fumata blanca anunciara que los cardenales habían elegido a un sucesor de Benedicto XVI.