El político de derechas Reuvén Rivlin se convirtió hoy en el décimo presidente de Israel, en una ceremonia celebrada en el Parlamento y programada desde hace un mes, que no se aplazó por la guerra en Gaza.
Este político de 74 años y de la derecha nacionalista israelí sustituye al veterano nonagenario Simón Peres tras siete años al frente de la Jefatura del Estado judío, despedido hoy entre repetidas muestras de agradecimiento y valoración.
“Kipá nueva sobre la cabeza del nuevo presidente”, manifestó Rivlin mientras sacaba de su bolsillo un solideo, tras jurar el cargo con voz entrecortada sobre una Biblia hebrea y con la mano derecha alzada.
Posteriormente, pronunció una bendición y dos militares hicieron sonar el shofar, instrumento hebreo fabricado generalmente con el cuerno retorcido de un carnero, en un ritual de marcada esencia judía.
CEREMONIA EN MEDIO DE CONFLICTO
El acto contó con la asistencia de las máximas autoridades y representantes de ámbitos como el cultural, económico, líderes religiosos del país y fuerzas de seguridad, además de familiares y amigos del popularmente conocido bajo el apelativo de “Ruvi”.
Todo pese a que los medios pronosticaban que la ceremonia quedaría deslucida y que el ambiente era todo menos festivo, debido al conflicto bélico en Gaza que dura más de dos semanas.
“El hecho de que en medio del acto se escuchara una sirena en Beersheva (ciudad al sur de Israel), ha dado una muestra de la situación que vivimos, pero pese a todo, que la ceremonia seguía adelante”, dijo un comentarista del Canal 10 de la televisión israelí.
Se refería al hecho de que las autoridades han tratado denodadamente de que la rutina política y otros aspectos de la vida cotidiana no se vean afectados por la excepcional situación bélica.
El presidente saliente reconoció en su discurso de despedida que no esperaba un nuevo conflicto armado en vísperas de su abandono del cargo.
“No imaginaba que en los últimos días de mi presidencia sería llamado, una vez más, a confortar a familias que han perdido a un ser querido. Lágrimas en sus ojos. Y fe en su corazón”, pronunció Peres.
Rivlin resultó electo el 10 de junio en una disputada votación en la Kneset, en la que tras varios titubeos, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, le dio finalmente su apoyo.
ELOGIÓ A PERES
En su discurso de investidura, el flamante presidente israelí alabó personalmente a Peres “por su vida completa” y lo describió como un “pastor de la esperanza”.
“La sociedad israelí es aquella que soñamos con construir, constituida por religiosos y laicos, judíos y árabes, veteranos y nuevos inmigrantes”, un marco donde, aseguró, priman la “igualdad y el compañerismo”.
Sus palabras no fueron escuchadas, sin embargo, por numerosos diputados árabes que boicotearon el acto en protesta por la operación militar israelí en Gaza, que ha provocado más de 700 muertos y 4,000 heridos.
Los analistas apuntan que a Rivlin, que lleva años preparándose para ostentar el cargo, no le quedará otra opción que mostrar templanza respecto al conflicto con los palestinos, pues es conocida su postura política en contra de una solución de dos estados.
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